CATAMARCA.- A los pies del Cerro El Manchao, El Rodeo y Las Juntas son dos destinos turísticos erigidos por encima de los mil metros y atravesados por ríos que forman piletones y ollas naturales. Totalmente preparadas para recibir al turismo, poseen infraestructura hotelera, áreas de camping, restaurantes y balnearios con todos los servicios.
Las dos ciudades verdes se destacan porque tienen un microclima con temperaturas frescas. Estas tierras, situadas al norte de la Argentina, se caracterizan por albergar en muy corta distancia una amplia variedad de paisajes naturales, entre cerros, lagunas, volcanes y salares. Productoras de vinos de altura, olivos, frutales y exquisitos dulces caseros, ofrecen también un circuito alternativo de aventuras por las cumbres del cordón montañoso del Ambato.
Las poblaciones de El Rodeo y Las Juntas, se ubican a unos 40 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca (ciudad Capital). Ambas villas catamarqueñas, ubicadas en la región central de la provincia, están rodeadas por altos picos montañosos, entre los que se destaca el cerro El Manchao de más de 4.400 metros de altura, los cuales invitan a excursiones de trecking, cabalgatas, mountain bike y safaris fotográficos.
Además, Catamarca de destaca por sus festivales folclóricos y ferias artesanales. En los alrededores, son imperdibles el Dique Las Pirquitas para actividades acuáticas y el Pueblo Perdido de la Quebrada, donde se resguarda el pasado de culturas milenarias.
El Rodeo
Si bien la provincia de Catamarca se caracteriza por su aridez, al ingresar en la villa veraniega de El Rodeo por la Ruta Provincial 4 desde la ciudad Capital, se nota que hay un cambio rotundo de clima y paisaje. Las temperaturas son más frescas durante el verano, y las laderas de las montañas están cubiertas por grandes extensiones de verde.
Ubicada a 1.275 metros de altura, el nombre de esta villa indica “lugar donde se reúne el ganado”. Según cuentan los lugareños, en el siglo XVIII las tierras de El Rodeo pertenecían a la estancia San José de Ambato que llegaba hasta Singuil, propiedad de Don Francisco Cubas y Palacios, fundador de una tradicional familia catamarqueña. Y actualmente, es eje del movimiento turístico en el Departamento de Ambato.
La arquitectura característica de El Rodeo, está signada por chalecitos de tejados rojos, entre cerros y valles. Y para el albergue de los visitantes hay campings, hosterías, cabañas, comedores regionales y una casa de té.
• Los ríos Ambato y Los Nogales, invitan en los alrededores de la urbe a jornadas de sol, así como a la pesca de truchas.
• La travesía de trecking por el río Los Nogales atraviesa cajones de agua, a tres horas de caminata se llega al Nogal Marcado de unos 250 años; y, más adelante está el Bañadero de los Cóndores.
• Otra de las excursiones de trecking se realiza por el Cordón del Ambato hasta unos 1.500 metros, desde donde se aprecia el vuelo de algún cóndor. Este mismo camino también se realiza a caballo.
• Entre los templos religiosos más destacados del pueblo se encuentra la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria y la Iglesia Vieja.
• Para los más aventureros está la travesía a pie o a caballo durante al menos tres días al cerro El Manchao -conocido localmente como El Bramador-, cuyo nombre significa “lugar de miedo”.
• El Rodeo también alberga un Cristo Redentor, erigido en la cumbre del Cerro Huayco, una escultura de siete metros inaugurada en 1966. Algunas agencias ofrecen hacer rappel para el descenso.
• Frente al Cristo, se alza el cerro Pelada del Fraile, cuyo ascenso se inicia en el Balneario Municipal y se extiende por tres kilómetros.
Las Juntas
Apenas unos 13 kilómetros más al norte de El Rodeo, el viajero encuentra la villa turística de Las Juntas, a unos 1.550 metros de altura, sobre el faldeo oriental de la sierra de Ambato. Un poblado que vive de la cría de vacas, ovejas y cabras, y durante la temporada estival ofrece casonas recicladas para el hospedaje de las visitas que llegan en busca de excursiones de montaña.
El nombre de Las Juntas proviene de la confluencia que producen en el sitio los ríos Las Trancas y La Salvia, ambos pesqueros de truchas arcoíris, que permiten la captura de ejemplares de hasta cinco kilos. Y ligado directamente a los cursos de agua, el poblado se extiende a lo largo de uno de ellos con varias pasarelas peatonales para cruzar de un lado a otro.
Una vez que se llega a Las Juntas termina el pavimento, para continuar es importante saber que el camino es de tierra arcillosa aunque se encuentra en regular estado. Y desde allí el viajero apreciará en los márgenes del circuito las terrazas de cultivos de la cultura Aguada.
• Una de las excursiones típicas en este lugar es una travesía a caballo hasta La Silleta, a unos 2.300 metros de altura, por un sendero de pinos silvestres, álamos, sauces y campos ganaderos.
• Otro de los circuitos conduce hasta Piedras Blancas, internándose en un valle alfombrado de pasto punilla.
Apartado catamarqueño
Otro de los atractivos de la provincia son los Nevados de Aconquija, en el límite con Tucumán. Una cadena de montañas que alcanza los 5 mil metros, ideal para actividades de trecking, mountain bike, travesías y montañismo. Además de su gran valor ecológico que dio origen al Parque Nacional Los Alisos, cuenta con una reserva arqueológica donde sobreviven las Ruinas de Ciudacita.