El grito de gol sigue trabado en la garganta. En la de Lenci, la del “Ratón”, la de Chacana... Y en la de los miles que coparon La Ciudadela. Es que a esta historia ya la contaron y la vieron todos. San Martín rema el dulce de leche cuando le toca hacer lo suyo en sus dominios. ¿Qué pasa? “Puede ser que la presión exista. Obviamente. Es que la gente quiere ganar por muchos goles”, asegura Fabricio, el delantero que sigue familiarizándose con los gajes de un “sanmartiniano”. “Igual insisto en que son impresionantes, que desde el minuto cero al 90 nos sigue alentando”, remarca teniendo en claro entonces que el que está en deuda es el equipo.
“Esto es así”, asegura Sialle, que incluso tiene menos partidos que Lenci en suelo “santo” (ayer hizo su debut como DT en La Ciudadela). “Aquí se exigen resultados y está bien. Es la historia del club la que nos obliga a todos nosotros y hay que tomar la responsabilidad”, sostuvo el “Gigante” a la salida de un vestuario dolido y no tanto.
Es que si bien San Martín dejó pasar la chance de ser puntero (junto con Guaraní) se mantiene en tercer lugar: o sea en los puestos de clasificación, y eso es lo que cuenta. Es lo que valora el propio Sialle. “Y bueno no somos punteros pero tenemos otra chance la semana que viene. Hace dos partidos, cuando llegué, estábamos afuera y con una preocupación bárbara porque jugábamos de visitante y contra el puntero. Hoy estamos terceros y habrá que seguir batallando”, promete. “Más allá del empate la clasificación no se complica porque seguimos dependiendo de nosotros”, coincidió Max, y dio en la tecla.
Los resultados de la fecha le guiñaron un ojo al equipo, que no pudo sacarle el jugo a aquellos números, pero que mantiene las ilusiones intactas. Es eso de la presión lo que hay que aprender a regular cuanto antes. “El día que lo hagamos nos irá mejor”, entiende Max.
Con dos fechas por delante ya hay tierra a la vista y con cuatro puntos más (de los seis que quedan en juego) San Martín podrá decir misión cumplida.