Para los que vivimos en el norte de Argentina, esas latitudes lejanas de donde surgen nombres como Esquel, Playas Doradas, Puerto Deseado o Cabo Vírgenes, se nos presentan como un "algo" a veces confuso, a veces incierto y que, para salir del paso, englobamos en un muy genérico "sur". Ya el mismo Bariloche, tan conocido, está nada menos que a dos mil kilómetros de Tucumán. Ni hablar entonces de El Calafate, Río Gallegos o Ushuaia. Pero es nuestro país, la gente que vive allá también es nuestra gente, y perderse el placer de conocer este lejano sur sólo por la distancia es un error que no debemos cometer. De cualquier manera que se lo encare es un viaje importante, y la mejor manera de hacerlo es tomándoselo con calma y haciéndolo por etapas. Hay que tomarse el tiempo necesario para disfrutarlo y sacarle el máximo provecho, tengamos en cuenta que no es algo que uno vaya a hacer todos los años.
Por dónde ir
Al lejano sur se puede llegar desde el este o desde el oeste. Por el este lo haremos siguiendo el contorno de Argentina cerca del mar, y por el oeste viviremos la aventura de seguir la cordillera de los Andes hasta su propio origen. A mi entender, una de las mejores maneras de hacer el viaje es empezando por el este, con paradas imperdibles que nos van a ir poniendo a prueba nuestra capacidad de asombro, para luego disfrutar al máximo de todo lo que el sur ofrece.
Considerando que a Santiago del Estero, Córdoba y La Pampa, las podríamos considerar provincias conocidas, hagamos de cuenta que el viaje comienza realmente al llegar a Río Negro. La ruta más corta para llegar a Las Grutas, en Río Negro -que es donde vemos el mar por primera vez en el viaje-, es saliendo de Tucumán por la ruta 157 hacia Córdoba. Desde allí, directo al sur por la ruta nacional 35, que pasa por Río Cuarto y Santa Rosa de la Pampa. Luego de un par de empalmes con rutas provinciales se llega al balneario de Las Grutas, ya en Río Negro. A partir de allí, se toma la ruta nacional 3, cuyo final es ni más ni menos que en la bahía Lapataia, a escasos 20 kms de Ushuaia.
En el camino de vuelta hacia el norte, se retoma la misma ruta 3 para regresar a Río Gallegos, y ahí se empalma (luego de un tramo por ruta provincial) con la extraordinaria ruta 40, que nos llevará a El Calafate, con su imponente glaciar Perito Moreno, siguiendo con El Chaltén -con su cerro Fitz Roy y el glaciar Viedma-, pasando más al norte por la Cueva de las Manos en el cañadón del río Pinturas y llegando, finalmente, al pequeño y bello pueblo de Los Antiguos, frente al lago Buenos Aires.
Con este itinerario propuesto, habremos recorrido ya las costas de Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego; habremos también visitado a la enorme Santa Cruz en casi todo su perímetro, y "sólo" nos quedaría seguir subiendo por la ruta 40 para así conocer la región cordillerana de Chubut, Río Negro y Neuquén. Pero eso, en realidad, tiene necesariamente que ser parte de otro viaje, encarado desde el principio por el oeste, ya que al llegar a Los Antiguos, habremos consumido ya tres largas semanas de traslado. Extenderlo más, haría que esta maravillosa experiencia comience a ser una carga. Por tanto, tomando como punto final a Los Antiguos, queda ya emprender el regreso por el camino más corto y más fácil: directo hacia el este por la ruta provincial 43 hasta llegar a Caleta Olivia, y allí retomar la ruta 3 hacia Las Grutas, y finalmente desandar el camino por La Pampa, Córdoba y Santiago del Estero hasta nuestro, para entonces, ya añorado Tucumán.
Paradas imprescindibles
En Río Negro: Las Grutas y Playas Doradas.
En Chubut: Tomando sólo la región este (la región cordillerana, con Esquel, El Maitén, Trevelin, es tema para otro viaje) tenemos a la Península Valdés, imperdible con su avistaje de fauna y sus paisajes. Le sigue la hermosa Puerto Madryn y, más al sur, Rawson, desde donde se llega a playa Unión. Un poco hacia el oeste, es de visita obligada la colonia galesa de Gaiman, con sus casas de té -en una de ellas, la más famosa, tomó el té lady Di cuando visitó Argentina-, sus chacras con frutas y verduras extremadamente prolijas, sus museos y sus antiguas capillas de culto protestante. Siguiendo al sur está Punta Tombo, donde se encuentra la mayor colonia de pingüinos de Magallanes del mundo (más de 100 mil parejas y sus crías). Luego, el pueblo de Camarones, pequeño e interesante, con el museo de la familia Perón. Cerca del pueblo, hay un muy lindo recorrido con guanacos pastando a la orilla del mar, aves de diversos tipos y otra pingüinera más pequeña que la de Punta Tombo.
Todos estos destinos se alcanzan desviándose desde la ruta 3, que es la que une el norte de la Patagonia con el sur, por la costa.
En Santa Cruz: En esta provincia hay mucho para recorrer, tanto en la costa como en la cordillera. Entrando por la ruta 3 desde el norte se llega a Caleta Olivia, importante centro petrolero. Al sur, y desviándose unos 70 kms desde la ruta 3 hacia la costa, se llega a Puerto Deseado, ciudad en la que vale la pena parar y visitar los caminos que recorren el borde norte de la ría (llamada así, y no "río" porque es un cauce sin agua dulce, ya que el río Deseado se pierde en el desierto kilómetros antes de alcanzar el mar, y su antiguo cauce fue llenado por el agua del mar, por lo que tiene solo agua salada en esa zona). Hay infinidad de lugares con mucha fauna y paisajes llamativos. Un paseo imperdible incluye un viaje por 30 kilómetros de mar abierto para llegar a la isla de los pingüinos de penacho amarillo (Reserva Natural Isla Pingüino), en la que se visita un cercano islote rocoso que literalmente está tapado de lobos marinos a los que se ve a escasos metros del bote, luego la isla en sí con un antiguo faro abandonado habitado hoy por pingüinos, luego la colonia de los graciosos pingüinos de penacho amarillo (se para a observarlos y fotografiarlos a escasos metros de su hábitat), además de escúas, gaviotas de varios tipos, pingüinos de Magallanes, palomas antárticas, etc. Si se tiene suerte, de camino a la isla se ven a las toninas overas -delfines de dos colores-.
Retornando a la ruta 3 y siempre hacia sur se llega a Puerto San Julián y luego a Puerto Santa Cruz, lugares muy pintorescos y que, como todos los puertos de la Patagonia, tienen extremadamente presente nuestra reivindicación sobre las Malvinas, con carteles, monumentos, aviones de la guerra del '82, estatuas, etc.
En la zona oeste están El Calafate, con el glaciar, los bosques, lagos, estancias y campings; El Chaltén, capital nacional del senderismo, con multitud de zonas para recorrer, más el glaciar Viedma y el propio cerro Fitz Roy para los escaladores. Al norte, la Cueva de las Manos, con sus pinturas rupestres de entre 1500 y 9000 años de antigüedad y, al final del recorrido, Los Antiguos, capital nacional de la cereza.
En Tierra del Fuego: Río Grande, una ciudad limpia y muy bien cuidada. A partir de allí, con un paisaje hermoso y pasando por Tolhuin -una villa al borde del bellísimo lago Fagnano-, finalmente se llega a Ushuaia, una ciudad increíble, con museos, multitud de restaurantes, casas de comercio, el puerto, el canal de Beagle, montañas nevadas, paisajes increíbles y un parque nacional a sólo 15 kilómetros.
Algunos números
Viaje de 28 días. Paradas más largas: 2 noches en Gaiman, 3 noches en Puerto Deseado, 2 noches en Río Gallegos, 3 noches en Ushuaia, 4 noches en El Calafate, 2 noches en El Chaltén.
Total de kilómetros recorridos: 10750
Consumo de combustible (nafta súper): 896 litros (media de 12 kms por litro, motor naftero de 1.8 lt.)
Gasto total en combustible: $7890 (en el momento la nafta súper costaba $9,10 en Tucumán, $7,40 al sur del paralelo 42 -Sierra Grande, sobre la ruta 3, al sur de Las Grutas- y hasta Río Gallegos; en Tierra del Fuego, $6,40).