KIEV, Ucrania.- El temor de una inminente guerra crecía anoche con los minutos en Ucrania, luego de que el gobierno en Kiev dio la orden de movilizar todas sus tropas y soldados y buques rusos rodearon los principales objetivos militares y costas Crimea, sobre el Mar Negro.
Mientras en Kiev decenas de miles de manifestantes se congregaron nuevamente en la Plaza de la Independencia para repudiar un eventual ataque militar de Moscú, las imágenes que llegaban desde Crimea revelaban la rápida escalada que están protagonizando Rusia y la ex república soviética. Soldados rodearon las principales bases e instalaciones militares en Crimea, en muchos casos bloqueando cuarteles con cientos de tropas ucranianas adentro, informó la agencia EFE.
Manifestantes con banderas rusas apoyando a los soldados que rodeaban los cuarteles y se cruzaban con las madres y los familiares de los guardias ucranianos que se acercaron para acompañar a sus seres queridos rejas de por medio. Mientras tanto, cuatro buques de guerra enviados por Moscú llegaron hasta las costas de la ciudad de Sebastopol, en la región de Crimea, según la BBC.
Por otro lado, el recién nombrado jefe de la Armada ucraniana, Denis Beresovzky, se pasó al bando prorruso, aumentando la tensión.
Apenas horas después que Moscú decidiera movilizar sus tropas para “estabilizar” la situación en Crimea, el Parlamento ucraniano se reunió ayer y ordenó poner en alerta a toda su fuerza militar y convocar a los reservistas para enfrentar un eventual ataque de la potencia vecina. “Esto no es una amenaza. Esto es realmente una declaración de guerra contra mi país”, sentenció el primer ministro interino, Arseny Yatseniuk, quien pidió ayuda a las potencias occidentales: “Estamos al borde del desastre”, advirtió.
El pedido del premier ucraniano provocó la reacción inmediata de sus socios externos. Francia y Reino Unido suspendieron ayer su participación en las negociaciones preparatorias para la próxima cumbre del G8 en la ciudad rusa de Sochi -en junio- mientras que EEUU amenazó con boicotear completamente la reunión. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, calificó la situación en Crimea como “un increíble acto de agresión” por parte de Rusia. Kerry no quiso adelantar cuál será la reacción de EEUU si la escalada militar continúa avanzando en Crimea, pero lanzó una clara amenaza: “Todas las opciones están sobre la mesa”. (Télam)