BUENOS AIRES.- El Gobierno nacional estudiaría aplicar una nueva rebaja en el impuesto a las Ganancias de los trabajadores en relación de dependencia. La medida, según informó el diario “La Nación”, apuntaría a compensar el impacto que tendrá el aumento en las boletas de gas, luz y agua tras la quita de subsidios que se prevé para los próximos meses.
La reducción de ese tributo buscaría evitar una retracción en el poder adquisitivo de los salarios de la clase media y que se produzca un freno en el consumo y en la actividad económica.
Se informó que en el proyecto trabajan el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y los ministros de Economía, Axel Kicillof , y de Planificación, Julio De Vido ; además del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
El anuncio de la reducción de parte de los $ 134.000 millones de subsidios al gas, la luz, agua y los transportes no será inmediato. “Seguramente se hará después de cerrar las paritarias con los sindicatos, porque implicará un aumento en los cargos en las boletas de servicios para los trabajadores, que impactará en sus salarios”, confiaron al matutino porteño fuentes de la Casa Rosada. Se especula con la posibilidad de que para aplicar la quita de subsidios se espere el comienzo de la Copa Mundial de fútbol Brasil 2014, puesto que, según entienden en el Gobierno, eso permitiría atenuar la repercusión mediática.
La rebaja de Ganancias implicará una suba del mínimo no imponible del tributo, es decir, el piso a partir del cual se paga el impuesto, que compensaría parte del aumento de los servicios.
Esta sería una exigencia de los gremios para aceptar mejoras salariales cercanas al 25% para todo 2014, como pretende el Gobierno nacional. En ese sentido, la presidenta Cristina Fernández ya cerró de palabra un acuerdo con una veintena de gremios de la CGT oficialista, que conduce Antonio Caló, que fijarían aumentos escalonados en tres cuotas, que recién a fin de año llegarían al 28% o 30%.
El paso siguiente será exigirles a los empleadores que no aumenten los precios de sus productos hasta diciembre, para poder lograr un equilibrio en la economía y contener la inflación del año por debajo del 30%.
Las rebajas de subsidios no implicarían necesariamente un aumento en los montos que perciben las empresas distribuidoras de luz, gas, agua y transportes; sino que sus ingresos se mantendrían en los niveles actuales.
En este sentido, tal como se viene informando, paralelamente a la reducción de subsidios, el Gobierno estudia congelar las tarifas, al menos para el sector de la electricidad, durante el primer semestre del año en curso.
Mal antecedente
La última vez que el Gobierno intentó una rebaja en los subsidios, después del triunfo electoral de 2011, debió frenar la medida al percibir las inequidades que se producían en la aplicación del criterio adoptado y el negativo impacto social que eso produjo en la sociedad.
Los detalles todavía no se conocen, aunque según “La Nación” un esquema que esbozó un funcionario detalla que un trabajador que paga $ 5.000 de Ganancias por año, pasaría a pagar $ 4.500, pero ese ahorro lo destinaría a sostener parte del aumento que se espera en los servicios de gas, luz y agua.
Se estima que en concepto de servicios de luz, gas y agua abona unos $ 390 mensuales y al eliminarse el subsidio pasaría a pagar $ 1.200, lo que implicaría un incremento de más del 200%.
Al reducirse el impuesto a las Ganancias, un aumento del 25% no sería absorbido por el pago del impuesto y sería aceptado por los gremios. “Éste es el pacto social que buscamos, que no se acelere la inflación ni se resienta la actividad”, señaló un funcionario muy cercano a la Presidenta al diario “La Nación”.