Los empleados de la sanidad rechazaron ayer la misma oferta salarial que habían aceptado los docentes el viernes. En la tercera ronda de reuniones paritarias -se celebraron en doble turno-, tres de los gremios que representan a los trabajadores del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) consideraron “insuficiente” un incremento al salario básico del 30% en dos cuotas (18% a cobrar en abril y 12%, en septiembre). Los sindicatos, sin embargo, no clausuraron el diálogo. El Gobierno, por su parte, afirmó que tratará de acercar posiciones mediante mejoras en ítems que podrían mejorar los sueldos.
El primer gremio en pasar por el despacho del ministro de Salud, Pablo Yedlin, fue el Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas). “La oferta es absolutamente insuficiente”, calificó Adriana Bueno a la salida del encuentro. Mientras hablaba, de fondo se escuchaban los cánticos de miembros de su movimiento que esperaban en la puerta de la Casa de Gobierno. “Es hora de arreglar de una buena vez cuestiones de paritarias anteriores que no se pusieron en marcha por cuestiones técnicas. Para no romper las negociaciones, pedimos continuar analizando una serie de asuntos pendientes”, explicó. Enumeró que, entre ellos, estarían el “recupero de costos” (pagos por atención a pacientes con obra social) y la “responsabilidad sanitaria”.
Recordó que reclaman un sueldo mínimo de $ 6.300 para quienes menos ganan, aquellos empleados de las categorías más bajas: “ellos hablan de $ 5.500, pero para nuestros empleados que trabajan seis horas en vez de cinco es insuficiente. El básico de esos compañeros no toca los $ 2.000. Si hablas de 30%, son $ 600 en dos partes. Es inviable en este momento”. También habían reclamado que la suba fuera retroactiva a enero. Bueno aseguró que en las bases los ánimos están “caldeados”. Hoy, a las 11.30, celebrarán una asamblea interhospitalaria para analizar los pasos a seguir.
Después fue el turno del Sindicato Único de Médicos Argentinos (Sumar). Noemí Díaz recordó que habían presentado en diciembre un petitorio que incluía un incremento del 35%. “No obstante, nos estamos acercando un poco más en cada reunión. Solicitamos que un profesional nivel ‘A’ que recién se inicia en el Siprosa de bolsillo tenga $ 10.000”, precisó. También advirtió que plantearon otras recomposiciones, como ampliar el escalafón horizontal y gestionar la baja en el impuesto a las Ganancias. “La buena predisposición está. Sumar viene con una propuesta coherente. Seguimos en diálogo sin afectar a la comunidad. No tenemos que tener represalias con la comunidad”, concluyó la médica.
Por último, en la mesa de negociación se sentaron los integrantes de la conducción de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA). René Ramírez manifestó que su sindicato priorizará la pelea por el salario mínimo, dado que la mayoría de sus agremiados corresponden a los niveles más bajos del Sistema. “Planteamos que el piso para el que el menos gana sea de $ 6.000 sin contar el presentismo, la asignación familiar ni el título. Y que esto se acredite en una cuota. El año pasado lo logramos. Los que menos ganan sufren más la crisis”, expresó. Consignó que el piso actual en el Siprosa es de $ 4.100 y que unos 5.000 empleados percibirían esa suma.
Ramírez subrayó, además, que ATSA se encuentra en estado de alerta y movilización permanente hasta tanto se resuelvan las tratativas salariales. A su turno, Yedlin se mostró optimista respecto de la marcha de las negociaciones, que continuarán la semana próxima. “Todo el salario de la salud prácticamente está incluido en el básico. En estos años logramos blanquear toda la planilla salarial. La que hicimos ahora es una muy buena oferta. Charlamos de otros pedidos y estamos viendo de sumar algo más”, analizó el funcionario. Reconoció que trabajan a contrarreloj y que esperan poder cerrar el acuerdo la semana entrante.
“Es un parámetro importante que se cierren otros acuerdos y que los porcentajes ronden las mismas cifras. Creo que este año es muy complicado. Tenemos que recordar algunos antecedentes como el aumento a la Policía en diciembre y cómo se consiguió. También tiene que ver con un marco nacional, como el conflicto docente. Queremos pagar lo mejor y que no se afecte el sistema. No estamos lejos”, cerró.