Si Atlético debe mandar a hacer un buzo para cada técnico que llega, quizás debería ir pensando en hacerse de una sastrería propia. Es que la duración de los ciclos de sus entrenadores en los últimos 20 años han sido cortas. Realmente cortas. A tal punto que el promedio de cambio del “fusible más fácil de sacar”, asusta: con 35 técnicos desde 1994 a la fecha, Atlético cambia de DT cada seis meses y un poco más.
El número no incluye interinatos, solo técnicos contratados. También ingresan al coeficiente las segundos (y hasta terceros) ciclos como el de Héctor Rivoira, que se inaugura oficialmente hoy ante Douglas Haig, desde las 17 en el Monumental.
Con seguridad, el “decano” no es el único equipo con un promedio de cambio de coach tan rápido pero eso, lejos de evitar un análisis, lo pide a gritos: ¿Y los proyectos a largo plazo? Mario Leito, presidente de Atlético desde 2008, intenta explicar el fenómeno.
“Los proyectos empiezan pero no se terminan por la presión del hincha. El fútbol es muy exitista y los hinchas quieren ganar absolutamente todos los domingos. Cuando esto no se da y encima hay derrotas, no hay técnico que no pueda aguantar”, dice.
Cuando Leito asumió, Jorge Solari era entrenador del equipo y durante su mandato pasaron Rivoira, Osvaldo “Chiche” Sosa, Mario Gómez, Enrique Hrabina, Adrián Czornomaz, Juan Manuel Llop, Ricardo Rodríguez y Diego Erroz. Ahora volvió el “Chulo”. En total, 10 técnicos en seis años.
“Esto no es solo patrimonio de nuestro club, es propiedad de la realidad del fútbol argentino. Hay muy pocos clubes que pueden mantener a un entrenador pese a las derrotas”, agrega Leito y en eso nadie puede sacarle la razón.
Salvando las distancias, Alex Ferguson y Gregg Popovich son, cada uno en lo suyo, dos de los técnicos más ganadores y exitosos de la historia del deporte. El primero consiguió absolutamente todo con Manchester United en fútbol, y el segundo, con San Antonio Spurs, en el básquet de la NBA.
Lo cierto es que como cualquier trabajador, a ambos les costó al principio. “Fergie”, fue contratado en 1986 y tras una serie de malos resultados, varios medios y algunos dirigentes pedían su renuncia. “Pop” llegó en 1996 y en su primera temporada solo ganó 17 de 64 partidos. Aún así, ambos técnicos los mantuvieron y pudieron convertirse en leyendas vivientes y modelos a seguir de la dirección técnica.
“Desde hace tiempo ya no se observa el trabajo ni los proyectos. Si la pelota no entra, todo lo que hacés no sirve para nada. Lamentablemente, la cabeza de los grupos son los técnicos pero los responsables somos nosotros”, admite Cristian Lucchetti, que se lamenta por la renuncia Erroz y desea que no suceda lo mismo con Rivoira.
Otro dato que asusta desde 1994 hasta aquí, es que solo un DT pudo estar dos temporadas completas y de forma consecutiva al frente del “decano”: Humberto Zucarelli.
Algo que no lograron ni siquiera los más queridos por la hinchada en esta era como Solari o Rivoira, que lograron sendos ascensos. “Generalmente podés mantener a un entrenador que tuvo un paso importante o consiguió cosas pero solo por unos partidos, nunca mucho tiempo si le va mal”, aclara Leito.
El “Indio”, amado por sacar al equipo del infierno del Argentino A, se fue cuando hasta ese crédito ya se había acabado en 2011, año de su segundo ciclo. El “Chulo” ya sabe que no pasará aquí toda su vida pero al menos quiere durar un poco más, algo cada vez más difícil en el fútbol Argentino. Y en Atlético.