CIUDAD DEL VATICANO.- "Es un acontecimiento único", exclama emocionada una monja mexicana, que no cabe en sí de felicidad ante lo que acaba de presenciar: El papa Francisco y el papa emérito Benedicto XVI elevaron a los altares a sus predecesores Juan Pablo II y Juan XXIII
Roma estaba desde hace días invadida por los cientos de miles de peregrinos que no han querido perderse lo que la prensa local ha denominado "el domingo de los papas". (DPA)