WASHINGTON.- Un hombre condenado a muerte por asesinato en Estados Unidos falleció de un paro cardíaco tras sufrir durante casi una hora luego de una ejecución fallida mediante inyección letal, informan hoy los medios locales.
Clayton Lockett, de 38 años, sentenciado a la pena capital por el crimen de una mujer de 19 años, tenía que ser ejecutado ayer cerca de Oklahoma City, capital del estado homónimo, pero una vena le estalló tras inyectarle uno de los tres medicamentos que forman parte del procedimiento.
La complicación le provocó convulsiones y el hombre, totalmente consciente y removiéndose, falleció tras 43 minutos de agonía por un paro cardíaco.
La justicia de Oklahoma indicó que el cóctel de medicamentos no llegó a entrar en el torrente sanguíneo del preso, pero la gobernadora del estado, Mary Fallin, ordenó una investigación de lo ocurrido.
El incidente provocó la inmediata suspensión de la ejecución de Charles Warner, prevista ayer tras la de Lockett, y las autoridades decidieron luego cancelar todas las penas de muerte hasta que se conozcan más datos de lo sucedido.
La semana pasada la Corte suprema de Oklahoma había suspendido ambas ejecuciones al considerar que existía una falta de información sobre los fármacos usados para la inyección letal.
"Tras semanas en los que el estado se negó a revelar la información básica acerca de los medicamentos para los procedimientos, Clayton Lockett fue torturado hasta la muerte", denunció la abogada de Warner.
"No hay duda de que tenemos que tener respuestas completas de qué fue lo que marchó mal", añadió.
Por su parte, la oficina regional de la American Civil Liberties Union, una organización estadounidense de Derechos Humanos, apuntó que la situación es "una vergüenza ante la nación y el mundo". (Télam)