Se aproxima la época de plantación de la caña de azúcar en Tucumán. Esta operación es una de las más costosas y más importantes en el cultivo, ya que del éxito de esa buena plantación dependen los 5 o 6 años del cañaveral, aseguran los técnicos de la Sección Agronomía de la Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

Una buena plantación permitirá asegurar un elevado porcentaje de brotación, una población inicial de tallos adecuada y temprana, una uniforme distribución de los tallos en el surco, la ausencia de fallas, un cierre temprano del cañaveral y altas producciones de caña por hectárea.

Una buena plantación implica una serie de cuidados que se deben tener durante el proceso. Entre los cuidados más importantes a tener en cuenta a la hora de la plantación se señalan:

Origen del lote: lo ideal es hacer una plantación en un lote que venga de barbecho o de rotación con alguna leguminosa, a fin de asegurarse bajos niveles de malezas. También es importante hacer un análisis de suelo para determinar, entre otras cosas, los niveles de fósforo, ya que la fertilización con este elemento químico se realiza durante la plantación.

Densidad de plantación: una vez realizado el surcado es importante medir la cantidad de yemas por metro que se están plantando, la densidad recomendada para una buena caña semilla está entre 18 y 20 yemas por metro lineal de surco, siempre dependiendo de la época de plantación y del tipo de plantación.

Cruce y troceado de la caña semilla: este es otro aspecto fundamental para controlar durante la plantación. El “cruce” consiste en superponer las porciones de tallos que portan las “yemas basales” (más lignificadas y de menor contenido de humedad) con las “apicales” (tiernas y de mayor seguridad germinativa) a fin de evitar la ocurrencia de fallas, logrando una brotación uniforme.

El “troceado” de la caña semilla es importante para una buena brotación de todas las yemas de la caña semilla. El largo ideal para una plantación comercial son trozos de 55 a 60 cm (que contengan de 3 a 5 yemas por trozo).

Resulta fundamental, para lograr una buena plantación, contar con caña semilla de alta calidad, que asegure los tres atributos fundamentales que se debería esperar de una buena caña semilla.

Estos son los atributos requeridos: una identidad genética (responde exactamente a las características de la variedad), vigor (mayor capacidad de brotación y crecimiento), y sanidad (libre o con mínima incidencia de las enfermedades sistémicas, especialmente RSD y de plagas).

Usar este tipo de semilla garantiza un cañaveral más productivo y longevo y brinda la posibilidad de usar menor cantidad de caña semilla durante la plantación.

Análisis de la semilla

Antes de plantar, es recomendable analizar la calidad de la caña semilla, ya que el costo del análisis es muy bajo respecto del costo de una mala plantación. Para ello, deben tomarse muestras del lote semillero y analizar el estado sanitario de la semilla.

En general, se puede tomar una muestra por cada 1-3 hectáreas de lote semillero. Cada muestra se conforma con el tercio basal de 20 tallos tomados aleatoriamente dentro del lote (nunca más de un tallo por cepa).

Los técnicos de la sección Fitopatología y/o Agronomía de Caña de Azúcar de la Eeaoc brindan asesoramiento sobre la toma de muestras y la evaluación sanitaria de la caña semilla (claudiafunes@eeaoc.org.ar; agronomía@eeaoc.org.ar).

La Eeaoc está produciendo caña semilla de alta calidad de las variedades difundidas comercialmente y de las variedades liberadas recientemente. Ante cualquier inquietud se puede consultar con el personal técnico.

Es fundamental recordar que de malas plantaciones no se obtienen buenos cañaverales.