A tres meses del salto devaluatorio, e ingresando de lleno al trimestre de oro de la economía argentina con una mayor liquidación de exportaciones y un BCRA comprando un promedio de U$S 160 millones por día en los últimas tres semanas y empezando a recomponer las Reservas, el debate sobre el devenir económico se corrió al cuarto trimestre. En particular, al margen de la gestión para revertir el abrupto frenazo evidenciado en el nivel de actividad de marzo y contener la inflación de cara a 2015, plantea el Estudio Bein & Asociados. Esta pareciera ser la discusión al interior del Gobierno respecto del manejo de la política cambiaria/monetaria en los próximos meses. Por un lado, indica el reporte, la incomodidad que genera sostener la tasa de interés en los niveles actuales, o desde otro ángulo, respecto a la necesidad de esterilizar parte de los pesos que se emitan para financiar al fisco, y en el trimestre de oro, también la resultante de la compra de dólares. Por otro lado, el riesgo recurrente de volver a utilizar el tipo de cambio como ancla antiinflacionaria, que está resultando efectiva cuando se analiza la moderación actual en el aumento de precios de los transables que componen cualquier índice de precios, pero que, de sostenerse, puede hacia fin de año romper el equilibrio entre tasa de interés y expectativa de devaluación.
Una discusión interna que pasa por el manejo de la política cambiaria
