Las condiciones continuas de alta humedad relativa y temperaturas frescas que se están registrando, son predisponentes para que se presenten mayores problemas de ‘podredumbre’ del fruto de limón, especialmente la ‘podredumbre morena’ o “Brown Rot”, causada por Phytophthora sp. Es por ello que los limones están más susceptibles a la ‘podredumbre morena’, afirmó Gabriela Fogliata, técnico de la Sección Fitopatología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

El desarrollo de la pudrición depende de la interacción entre el patógeno, la susceptibilidad del fruto y el ambiente, siendo este último un componente relevante de esta interacción.

La ‘podredumbre morena’ puede ser observada en todas las campañas en Tucumán, ya que el patógeno habita en los suelos tucumanos, así como en la globalidad de las áreas citrícolas del mundo, pero su incidencia aumenta cuando el ambiente le resulta favorable.

La condición del fruto al momento de la cosecha también es clave, y en esto se debería tener en cuenta que “cosechar en condiciones de alta humedad aumenta la susceptibilidad del fruto a la pudrición”, advirtió la especialista.

La infección ocurre en el campo y, generalmente, los más afectados son los frutos cercanos al suelo, debido a que el patógeno se dispersa desde el suelo a la planta por salpicadura. La pudrición es observada al inicio como un área de color castaño-claro en el fruto que conserva su firmeza.

Luego avanza, tornándose más oscura, en forma de anillos concéntricos y tiene un olor rancio característico.

Los frutos que manifiestan los síntomas en el campo generalmente se caen, pero uno de los problemas es que la fruta recién infectada no muestra síntomas; por lo tanto, es cosechada como aparentemente sana, manifestándose la pudrición luego en el empaque, sobre todo luego del proceso de desverdizado .

Prevención

Su manejo se basa, principalmente, en tareas de prevención, y resulta fundamental que las plantas hayan recibido un manejo sanitario adecuado desde la floración.

Se pueden aplicar productos cúpricos: “fosetil aluminio” o “fosfitos” a las plantas, previo a la cosecha, siempre respetando los tiempos de carencia de cada producto.

La selección del momento adecuado de cosecha incide directamente en la incidencia de la enfermedad, así como toda tarea que apunte al manejo cuidadoso de la fruta orientada a disminuir los daños y con ello la enfermedad.