BUENOS AIRES.- Podría decirse que ayer en Avellaneda el fútbol ratificó su transparencia. Se habló hasta el hartazgo de que Independiente ya había conseguido la última plaza a Primera después de vencer a Instituto, en Córdoba, la fecha pasada. Que Patronato, su rival de turno en el “Libertadores de América” estaba de relleno. Pero no. Independiente volvió a ser el cúmulo de nervios que fue al inicio del semestre, apenas empató 0 a 0 (mereció perder) y ahora deberá jugar una última carta en un desempate a muerte con Huracán el próximo miércoles, en el estadio Ciudad de la Plata.
El “globo”, quizás el mejor equipo de las últimas fechas, encontró este oasis al vencer y condenar a Almirante Brown al descenso, tras el gol de Gonzalo Martínez, que sentenció el 1-0 final.
El “globito”, que dejó escapar puntos vitales con los descendidos Villa San Carlos y Talleres en la recta final (igualó ambos 0-0) se aprovechó de las dudas de su enemigo directo. “Llegamos acá por creer en nosotros mismos, no nos pusimos la mochila de la desconfianza. Estos muchachos tienen hambre; hay que felicitarlos. Nosotros teníamos muchos equipos adelante, era una utopía pensar en el ascenso”, manifestó el DT de Huracán Frank Kudelka. Del otro lado, Omar De Felippe, avisó. “Tenemos que cambiar el chip”. Bien a lo Messi. El miércoles, a las 15, comenzará el último round cuyo premio será el ascenso.
Mientras tanto, Brown de Adrogué también descendió tras caer con Ferro 1 a 0 con el penal de Eduardo Tuzzio a los 92’. Gimnasia (J) se salvó gracias a que goleó 3-1 a Aldosivi. (Especial)