Muy poco pasaba en el estreno del grupo de la muerte hasta que Junior Díaz se vistió de Puma y tackleó a Diego Lugano en el área chica. Sí, fue premio a la exageración para el capitán “celeste”, pero por fin en lo que va de este Mundial de las polémicas, un penal fue penal posta. Entonces Lugano le concedió la gloria desde los 12 pasos a un Edinson Cavani potente y de derechazo esquinado.
De esa manera el delantero torció el cero y Costa Rica, que aguantaba bien, debió cambiar el libreto en el complemento. Lo entendieron a la perfección Joel Campbell y Oscar Duarte que en dos minutos dejaron pagando a Fernando Muslera: ni con el bombazo del 9, ni la cabeza justa del defensor para cambiar el palo con una palomita temeraria, pudo el arquero.
Después, “la sorpresa” se hizo fuerte en defensa y Uruguay no pasó más. Tan tranquilos hicieron de las suyas los “ticos” que a Marcos Ureña no le costó acomodar la bocha ante el desesperado Muslera para lacrar el 3-1 de historia.
De la mano de Campbell, Costa Rica lo volvió loco a Uruguay, que no quiso arriesgar a Luis Suárez pensando en Inglaterra, pero que antes de medirse con los europeos confirmó que el D era un grupo de la muerte en serio.