Los estrechos tiempos del Mundial no otorgan margen para mover las piezas con tranquilidad. El ejemplo de la Selección está a la vista: jugó el martes, ayer recuperó a los jugadores y mañana ya estará en Brasilia, esperando el duelo del sábado contra Bélgica. Sabella cuenta con sólo una práctica, la de hoy, para delinear el esquema táctico, corregir errores y ensayar los cambios que crea necesarios. Todo a la máxima velocidad, analizando en simultáneo con los hechos. Así es la Copa, aunque hay quienes cuentan con ventaja. Brasileños y colombianos, por ejemplo, dispusieron de dos días más de recuperación que argentinos y belgas.
En torno del equipo que afrontará los cuartos de final hay más especulaciones que certezas. Lo que parece cosa juzgada es el ingreso de José Basanta por el suspendido Marcos Rojo, en especial porque el DT Alejandro Sabella lo anticipó -a su manera- durante la conferencia de prensa posterior al duelo con los suizos. Se descarta entonces el pase de Pablo Zabaleta al lateral izquierdo para darle pista a Hugo Campagnaro.
Las otras variantes obedecen más que nada a conjeturas basadas en el rendimiento de algunos jugadores. Se habla mucho de una chance para Lucas Biglia en lugar del desconocido Fernando Gago, por caso. También de que atendiendo a la ductilidad de los belgas en la media cancha, Ezequiel Lavezzi le deje su puesto a un volante “natural” (Maxi Rodríguez o Ricardo Álvarez).
Durante el entrenamiento de ayer en Cidade do Galo se apreció que Sergio Agüero va en vías de recuperación, pero no le alcanza para entrar a la cancha el sábado. El “Kun” entrenó en forma diferenciada ayer y luego se sumó a un ejercicio de fútbol que realizaron los suplentes de la selección argentina junto a sparrings.
Agüero es una carta fuerte que Sabella puede jugar en algún momento de una hipotética semifinal. Y hablando de entrenamiento, más que nada fue una sesión reparadora de ejercicios suaves para tonificar los músculos. Nada de esfuerzos después de los tensos 120 minutos disputados en Itaquera. Los suplentes hicieron fútbol en una cancha reducida. Sobraron las sonrisas y las bromas entre los jugadores, además de la solidaridad: hicieron llegar sus condolencias al periodista Miguel “Tití” Fernández, cuya hija murió en un accidente de tránsito (Ver página 12). Por eso se suspendió la habitual conferencia de prensa.
El calor de Brasilia es motivo de preocupación para el cuerpo técnico y para los futbolistas. El partido contra los belgas también se disputará al mediodía y la idea de llegar nuevamente al alargue no le hace gracia a ninguno.
El seleccionado argentino viajará a las 18.30 en un vuelo chárter a Brasilia y se alojará en el hotel Royal Tulip Brasilia Alvorada. Para mañana está previsto un reconocimiento al estadio “Mané Garrincha” y Sabella volverá a responder preguntas. El plantel regresará el mismo día del partido a Belo Horizonte, con la ilusión de romper una racha de 24 años y quedarse allí durante la semana que viene, preparando los encuentros decisivos del Mundial.
Todo indica que la práctica de hoy será a puertas cerradas, decisión habitual en Sabella a dos días de cada compromiso. De todos modos, el movimiento de periodistas y de hinchas rumbo a la capital del país empezó en las últimas horas. No se aguarda una invasión albiceleste tan potente como la que confluyó en otras ciudades durante la Copa. Es comprensible, considerando la distancia y la altura del certamen. Muchos fanáticos gastaron los cartuchos en la primera fase y el martes pasado en San Pablo. Los cálculos hablan de entre 15.000 y 20.000 argentinos en Brasilia. Igualmente se harán escuchar, como ocurrió en todos los estadios en los que jugó Argentina hasta el momento.