Trancas, una tradicional zona lechera que apuesta a que la actividad sigue creciendo, encontró, ahora, una nueva actividad agropecuaria para desarrollar: la vitivinicultura. Y llega de la mano de la bodega Valle de Choromoro, propiedad del abogado Luis Moya.
El emprendimiento está ubicado en El Simbolar, Trancas, camino a San Pedro de Colalao, una tradicional zona turística de la región.
“En estos momentos estamos armando los viñedos y la bodega; tenemos una superficie cubierta de 5 hectáreas y una buena capacidad de molienda. Estamos haciendo Torrontés y Cabernet Savignon, y también un poco de Malbec. Ya tenemos los tanques, pero como estamos trabajando, llevamos la vid a otra bodega para hacer el vino”, reseñó el productor en diálogo con LA GACETA Rural. “Estamos haciendo todos los controles y análisis de rigor, trabajando con profesionales idóneos”, aclaró.
“Nuestra idea es comercializar la producción; primero, posicionándonos con fuerza en Tucumán, Y segundo, abriendo nuevos mercados, por ejemplo en España, desde donde nos pidieron que enviemos muestras para que prueben la calidad de nuestros productos”, comentó. “Pero lo primordial, ahora, es hacernos fuertes en Tucumán, Trancas, San Pedro de Colalao y Choromoro, haciéndonos conocer, y después avanzar sobre otros mercados”, puntualizó.
¿Por qué se lanzó a hacer vinos en una zona tradicional lechera como Trancas?, preguntamos. “Nos animamos a armar los viñedos y la bodega con coraje y fuerza de voluntad. Es la base de nuestro trabajo”, dijo. “También estamos desmontando una parte de la montaña para hacer más viñedos”, anunció como uno de los trabajos en marcha que formar parte de su proyecto de vitivinicultura.
“Con este proyecto apostamos a brindar trabajo más firme para la gente de la zona. Por eso, agradezco a la Municipalidad de Trancas, por el apoyo en maquinarias que me brindan y a la Cámara de Bodegas y Viñedos de Tucumán, por toda la colaboración y confianza que me otorgan”, concluyó.