BRASILIA.- El final del partido fue un momento de descarga para cualquiera de los argentinos enfocados por las cámaras en el estadio “Mané Garrincha”, de Brasilia. En el campo, el banco de suplentes, las tribunas y hasta en las cabinas. Sin embargo, el que más sobresalió en las celebraciones fue Javier Mascherano.
El volante, una de las figuras del equipo, se arrodilló y lanzó un grito al frente con los brazos casi juntos y los puños apretados. Uno de los objetivos había sido alcanzado.
“La felicidad de poder estar entre los cuatro, de devolverle al fútbol argentino todo lo que se merece y que en muchos años se nos había atragantado; nos sacamos un peso gigante”, dijo el “Jefecito” tras el partido.
Y no era para menos: 24 años habían pasado de la última vez que el equipo accedía a semifinales de un Mundial, pero ese no es el único motivo que el jugador de Barcelona tiene para festejar.
Según el periodista y estadista Mauricio Coccolo, Mascherano completó una hilera de 14 partidos consecutivos jugados de manera íntegra, igualando nada más y nada menos que a Diego Maradona, único dueño del récord hasta ayer.
“Orgulloso”, fue su primer tuit tras el 1-0. “Masche” tiene con qué estarlo. (Especial-Reuters)