BELO HORIZONTE.- Al fútbol no sólo se juega con los pies y la cabeza: también se gana con la mente y el alma, una dimensión que Luiz Felipe Scolari domina como pocos entrenadores.
“Lo conozco perfectamente, es muy bueno motivando a sus hombres. Estoy convencido de que en estos momentos ya estará incentivando a sus jugadores, y sobre todo a quien vaya a entrar en lugar de Neymar”, dijo el ex delantero Ronaldo. Y está en lo cierto. Según los comentarios que circularon en el búnker de Brasil en Teresópolis, el “operativo motivación” se inició inmediatamente después de que se confirmara la grave lesión que dejó al 10 fuera del Mundial.
El técnico habría convencido al astro de regresar con el grupo a la concentración para que sus compañeros pudieran asegurarse de que se encontraba bien. Recién el día siguiente lo autorizó a volver a su casa para completar la recuperación. Además, Scolari volvió a convocar a la psicóloga Regina Brandao para una charla con sus pupilos sobre la baja de Neymar.
El Brasil de 2014 es un equipo que todavía no logró una actuación convincente en “su” Mundial y que, además de haber perdido a su gran estrella, tendrá que prescindir de su capitán, Thiago Silva, suspendido por acumulación de tarjetas amarillas. Entonces los “trucos” para conmover y alentar a sus pupilos son una clara característica del “mago” Scolari.
“En un momento como este, que pongan a tu padre para hablar, a tu hijo, a tu hija... También algo así lo motiva a uno en una forma increíble”, admitió otra ex figura como Denilson recordando aquellos días de 2002, cuando Brasil se llevó el Mundial de Corea/Japón sin que nadie lo esperara. Esta vez, el gran argumento para motivar los jugadores a dar su vida para llegar a la final será precisamente Neymar, a quien Scolari espera dedicar la conquista del “hexa”.
“Felipao” reveló que Neymar estará ante Alemania en el estadio Mineirao para apoyar en persona al equipo: “nuestro jugador número 10 estará con nosotros ya sea en el banquillo o en la tribuna. Se lo hemos pedido”. El equipo quiere darle una alegría.