El cierre del semestre suele ser un período propenso para el consumo. Los asalariados reciben su aguinaldo y eso suele disparar el consumo. Pero esta vez, aquellos que fueron al cajero automático a retirar dinero se encontraron con billetes de $ 100 nuevos, con nuevas series lanzadas por el Gobierno. En efecto, el Banco Central (BCRA) puso en circulación la serie “DA”, lo que implica que, en el último año, se “inundó” al mercado con 400 millones de billetes de $ 100, con el rostro de Julio Argentino Roca. En cifras, eso implicaría la emisión de unos $ 40.000 millones sólo en este tipo de billetes. A fines de junio de 2013, el Gobierno dispuso la emisión de la serie “AA” porque, hasta entonces, se le acabó el abecedario al circulante existente.
Pero, paralelamente, coexisten los otros de $ 100, los que poseen la figura de María Eva Duarte de Perón. Esos papeles llevan dos años de vigencia y, al menos, se ordenaron cuatro emisiones (de la letra A a la D), lo que implica otros $ 40.000 millones más. “Es tan acelerada la emisión de moneda, que el mercado ya no da abasto para tantos papeles circulando”, indica a LA GACETA Guillermo Beckmann, presidente del Centro Numismático de Tucumán. El experto insiste en que, dada la inflación actual, el mercado necesita de una emisión técnica, de billetes de más elevada denominación (como por ejemplo de $ 200 y de $ 500), con el fin de facilitar las operaciones financieras. “No hay billetes de baja denominación, ni monedas para dar el vuelto. Un primer argumento para saber lo que sucede es que imprimir un billete de alto valor tiene el mismo costo que uno de baja denominación. Y el Gobierno, entonces, se inclina por la primera opción”, dice Beckmann.
Según Economía & Regiones, la política fiscal desmedidamente expansiva, que genera un déficit fiscal creciente financiado con emisión monetaria, es el origen de nuestros problemas macroeconómicos: la inflación, la falta de financiamiento, la devaluación, los problemas cambiarios, las insuficientes reservas y la contracción del nivel de actividad.
Concretamente, el Banco Central debe emitir cada vez más pesos para cubrir el exceso de gasto y el déficit creciente del Tesoro. “Con más gasto público, mayor déficit fiscal y más emisión monetaria la actual estabilidad cambiaria y monetaria puede seguir si y sólo si el BCRA intensifica su política de absorción de pesos”, señala en su reporte semanal. Por el contrario, agrega la consultora, una política monetaria menos firme en pos de retirar pesos excedentes del mercado juega a favor de elevar las expectativas inflacionarias, las presiones cambiarias, la incertidumbre, el deterioro de la actividad y el empleo.
“En este contexto, es crucial hacer un monitoreo constante de la cantidad de dinero excedente que hay en nuestra economía. A mayor cantidad de dinero excedente, más probabilidad que el escenario macroeconómico del segundo semestre se complique y viceversa”, advierte el informe.
De acuerdo con sus estimaciones, a fines de 2013 había pesos excedentes (en términos del agregado monetario M1, es decir, billetes y monedas más depósitos en cuenta corriente públicos y privados, en pesos y dólares) equivalentes a 5,1% del PBI.
El Central ha tratado de potenciar el ajuste monetario, pero en el tercer bimestre la tarea de retirar pesos se complicó aún más. “El BCRA se ve obligado a emitir $ 28.602 millones y sólo absorbe $10.058 millones colocando Letras (Lebac), por lo que la base monetaria termina aumentando $ 18.544 millones en mayo y junio”, explica la consultora. La tarea de retirar dinero del mercado se hace cada vez más difícil como consecuencia de las crecientes (y en algunos casos estacionales) necesidades de emisión monetaria destinadas al mercado cambiario (liquidación de divisas de la soja contra pesos) y al sector público (financiamiento de los déficits). Además, las presiones por bajar la tasa de interés también obstaculizan la política de retirar pesos del mercado.
La dominancia fiscal
Claramente, el aumento de la dominancia fiscal y la emisión de pesos sin ningún respaldo para financiar al Tesoro alimentan las expectativas de inflación y de devaluación, poniéndole un piso elevado a las expectativas, advierte Economía & Regiones. Este panorama tenderá a profundizarse en el segundo semestre y sobre todo hacia fin de año. De acuerdo con sus estimaciones del escenario base, el BCRA deberá emitir como mínimo $ 140.000 millones para financiar al Tesoro. Además, aportará U$S 5.500 millones de reservas.
En otras palabras, como mínimo el BCRA aportará el 66% del financiamiento del Sector Público Nacional. “Claro está, de profundizarse aún más la política fiscal expansiva de aumento del gasto y/o deteriorarse aún más la recaudación tributaria, el financiamiento del Central podría ascender a 70% / 75% de las necesidades totales del Tesoro”, considera.