LA RIOJA.- El INTA y el Consejo Regional de Ciencia y Tecnología del Noroeste Argentino (CReCyT) firmaron con el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de La Rioja, un convenio cuyo principal objetivo, es la revalorización del cultivo y producción de la quinoa.
El convenio postula que la producción de quinoa podría representar una alternativa de desarrollo económico y social para distintas áreas de la región NOA.
La quinoa es un cultivo ancestral, propio de la región andina, y se trata de una planta alimenticia, rica en hidratos de carbono, fibra y con más proteína que cualquier cereal.
En la firma del acuerdo participaron el ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de La Rioja, Walter Flores; el subsecretario de Ciencia y Técnica del Ministerio de Educación riojano, Vicente Calvo; el coordinador nacional de Programas de Cultivos Industriales, Alejandro Valeiro; y el director del INTA Catamarca, Luis Tomalino.
Al referirse a la producción de quinoa, el subsecretario Calvo dijo que se trata de un alimento muy demandado internacionalmente, el cual tiene un valor de mercado muy importante.
A su juicio, es un vehículo potencial de desarrollo para zonas postergadas del NOA, aunque admitió que uno de los problemas es disponer de la semilla de quinoa, y a partir de la firma de este convenio lo que se decide es el apoyo mutuo del INTA y el CReCyT del NOA para desarrollar proyectos para y por este cultivo.
"El Ministerio de Educación que además comprende la Ciencia y la Tecnología, trabaja puertas adentro hacia las escuelas, y puertas afuera hacia el sector productivo. En ese marco, la tarea interinstitucional con el INTA es que a través de las líneas de trabajo del área de Ciencia y Tecnología de la Nación, se trabaja en las provincias del NOA, sobre el tema quinoa", expresó el funcionario riojano.
Según Calvo, "esto implica equipamiento mecánico para cosecha, siembra, trillado, valor agregado, nuevos productos desarrollados en base a quinoa".
Tras comparar el desarrollo de otros cultivos con la quinoa, Alejandro Valeiro explicó que el problema para conseguir semillas se debe a que la misma está controlada desde hace varios siglos por determinadas y pequeñas poblaciones en distintas zonas del país.
"No hay variedades desarrolladas para las diferentes áreas ecológicas y para recomendar a los productores. La idea es comenzar un programa de mejoramiento genético para desarrollar variedades de quinoa argentina que estén adaptadas a las distintas regiones donde puedan cultivarse, y de esta manera se pueda ampliar mucho más el cultivo", indicó.
La quinoa (chenopodium quinoa) es una planta alimenticia muy antigua del área andina. Algunos hallazgos indican que su cultivo data de 5000 a.C. y que se utilizó como alimento alrededor del 3000 a.c., y todos estos datos son confirmados por la información arqueológica disponible.
Fue una semilla considerada por el imperio inca como un "alimento sagrado", y fue empleada en usos diversos como alimento, jabón (gracias a la saponina) y medicina de acuerdo. Con la quinoa también se preparaban harinas de galletas y mazamorras. (Télam)