En una zona marcada por la tragedia, dos delincuentes armados le arrebataron la cartera a una mujer y le pegaron un tiro en el pecho. Aproximadamente 50 metros separan al lugar donde la víctima cayó herida de la esquina donde Iván Sénneke agonizó durante varios minutos (el 10 de noviembre de 2011) hasta que una ambulancia lo llevó al hospital, donde finalmente perdió la vida.

El violento ataque ocurrió a la tarde, alrededor de las 16.30, cuando Mariela Ester Marchiano caminaba por Rivadavia al 2.200 para tomar un colectivo. Dos delincuentes que se movilizaban en una Honda Wave negra se le acercaron y le arrebataron la cartera. “No sabemos si la víctima se resistió, pero el disparo fue certero”, afirmó el comisario Luis Bacas, jefe del Sistema de Emergencias 911. Y señaló que la bala ingresó por el costado izquierdo del pecho de la mujer y salió por su espalda.

Un móvil del 911 cargó a la víctima en el auto policial y la trasladó al hospital Centro de Salud. Allí fue sometida a una intervención quirúrgica y -según informaron fuentes policiales- anoche se encontraba estable y fuera de peligro.

Atrapados

Un automovilista que circulaba por calle Rivadavia, por detrás de los arrebatadores, observó la situación y no dudó en intervenir. El hombre, cuya identidad no se difundió por cuestiones de seguridad, pisó el acelerador y persiguió a los delincuentes.

Al llegar a la intersección con calle México, uno de los ladrones sacó un arma, giró el torso y apuntó al hombre que guiaba el auto. El conductor se agachó para esquivar el disparo y les tiró el vehículo encima. Los motociclistas cayeron al pavimento y el automovilista logró reducir a uno de ellos, mientras el otro se daba a la fuga. “Corría (por calle México) con un revólver en la mano y apuntaba a todos”, relató un vecino que no quiso revelar su identidad.

El sargento Walter Villagrán, quien presta servicio en la división Homicidios y ayer estaba de franco, pasó en ese instante por el lugar en su vehículo particular. Al observar la escena, se acercó y aprehendió al delincuente que había quedado al lado de la moto. Además, avisó al 911 que su cómplice huía.

Mientras esperaban la llegada de refuerzos, los vecinos fueron acercándose a esa esquina y pretendían linchar al asaltante. Le propinaron golpes de puño y patadas.

A la altura de Balcarce al 2.000, los policías advirtieron que el otro hombre intentaba escapar por un pasillo y lo atraparon. “Se secuestró el arma de fuego y la motocicleta”, indicó el comisario Bacas.

Los ladrones tienen 23 y 31 años. El mayor de ellos pertenece a una banda delictiva conocida como “Los Chichipías” y tiene varios antecedentes, según comentaron fuentes policiales. El menor, por su parte, es el que portaba el arma de fuego y tiene domicilio en Las Talitas.