BUENOS AIRES.- Las concesionarias de automóviles alertaron ayer que no hay vehículos para vender, a causa de una escasez de producción. Al mismo tiempo, los empresarios negaron que el sector busque la devaluación del peso, tal como planteó la presidenta, Cristina Fernández. Por otro lado, el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (Smata) expresó su preocupación por la paralización de la actividad en las plantas.
El presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), Rubén Beato, negó que los empresarios del sector acopien unidades para especular con los precios. “El auto no se pude acumular como otros productos. Se cambia el modelo y el año. Autos no hay. En lo que va del año, la red de concesionarios perdió 90.000 autos de stock. Esto que quiere decir: vendimos al publico 90.000 autos más de lo que las terminales nos vendieron a nosotros”, argumentó.
Por otro lado, Beato explicó que el origen de la falta de unidades en los salones de venta es la caída de la producción automotriz en la Argentina. “No se entregan autos, porque no se producen. En las concesionarias no tenemos mercadería”, insistió. Además, negó que el sector especule con la devaluación del peso para beneficiarse. “No nos conviene una devaluación, ya que los consumidores pierden su poder adquisitivo. Entonces, no les interesa más cambiar el auto”, subrayó el directivo.
El ritmo de la producción
El directivo de Acara también se refirió al Programa de Crédito Automotriz (Procreauto), que el Gobierno nacional puso en marcha a fines de junio para financiar la compra de automóviles 0 kilómetro. Beato destacó la decisión del Poder Ejecutivo Nacional de impulsar el plan y de prorrogar su vigencia, a partir del 24 de septiembre.
Sin embargo, Beato advirtió que es necesario recuperar el ritmo de producción automotriz para el Procreauto tenga éxito. “Si las industrias no producen, la continuidad del plan es falsa, ya que sería sólo título”, consideró.
El Procreauto fue acordado por las fábricas terminales, por las concesionarias y por el Estado, y prevé el financiamiento de hasta el 90% del valor de las unidades, por un monto de hasta $ 120.000, en 37 modelos fabricados en el país. Los vehículos que ingresaron en el plan oficial son ofrecidos por las distintas fábricas, a un plazo de 60 meses y con un tasa desde el 17%.
El titular de Acara destacó la decisión de la Presidenta de extender la vigencia del Procreauto, y de convocar a los sectores de la industria y de la comercialización de vehículos para mantener una reunión. “Es muy bueno que la Presidenta diga que quiere reunirse con nosotros. En épocas de crisis hay que ser duro, contundente y poner las cosas sobre la mesa y ver cómo encontramos la solución”, puntualizó.
Sobre el Procreauto, Beato afirmó que lo positivo del plan fue que el publico se acercó a las concesionarias, después de una inactividad que se prolongó durante cinco meses. “Antes no entraba nadie”, recordó.
El llamado de Cristina
Esta semana, la Presidenta se había referido a la situación del sector automotriz durante un discurso que brindó en la Casa Rosada. La jefa de Estado había señalado que “por un lado, las automotrices despiden empleados, porque dicen que venden menos”. Luego, cuestionó a los empresarios al remarcar que “algunos comenzaron a bloquear el programa Procreauto”. “No sé si es porque quieren un cambio en el dólar”, había deslizado, para insinuar que la industria automotriz pretende beneficiarse con una nueva devaluación del peso.
La convocatoria de Cristina, para dialogar con el sector automotriz, se produjo luego del informe de producción que divulgó la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa). Según el reporte, la producción registró en agosto 45.787 unidades en el país. Esto significó una caída del 7,2% respecto de julio pasado, y del 34,5% por debajo del desempeño del mismo mes de 2013.
Adefa también precisó que las exportaciones del sector alcanzaron los 27.442 vehículos, lo que representó un crecimiento intermensual del 13,9%, y una caída interanual del 18,2%.
La postura del gremio
En este contexto de crisis, Smata, que nuclea a operarios y trabajadores, expresó su preocupación por la parálisis de actividad en las plantas. Voceros del gremio en Córdoba admitieron que habrá más suspensiones de personal, aunque aclararon que no habrá despedidos. Este diagnóstico se produjo luego de que la interrupción de actividades alcanzara a 750 empleados de los 1.850 que trabajan en la fábrica que la empresa Volkswagen tiene en la capital cordobesa.
Además, según la prensa local, la compañía Fiat también suspenderá a 2.200 empleados de su planta de montaje. Otros 600 correrán la misma suerte en la fábrica de camiones Iveco. “Cómo no nos vamos a preocupar, si las ventas se caen”, expresó el secretario de prensa de Smata, Leonardo Almada. “Se armó una protección de mano de obra para fabricar un millón de autos. Pero se van patentar 650.000. Hay un excedente de producción que no se venderá”, advirtió.