Por el monto de sus premios, es uno de los concursos más importantes del país. Y, una vez más, lo ganó un tucumano. El 5º Concurso Regional de Pintura del NOA, que organiza la Fundación Cultural Santiago del Estero, distribuyó premios por $ 240.000, una cifra que decididamente muy pocos establecen en las bases de sus salones.
El jurado estuvo integrado por Omar Panosetti, por Diego Perrotta y por Roberto Rey. También se otorgaron menciones especiales entre 41 obras presentadas por artistas de la región.
El jurado decidió otorgar el primer premio a la obra “Gracias Difunta, el chupachichis” del tucumano Leonel Marchesi; el segundo premio a “Ayuri (de la serie Shinkales)”, de Enrique Salvatierra (Catamarca); el tercer premio a “El Bondi” , de Pablo Accinelli (Santiago del Estero), y el cuarto a “Saqueos y necesidades básicas”, de Néstor Agustín Ledesma (Santiago del Estero).
También otorgó cinco menciones de igual carácter a “Urpila Shalaca”, de Omar Eduardo Mancilla (Santiago del Estero); “Changuitos voz de urpila”, de Marcelo Alejandro Gómez (Tucumán); “Limbo” de Damián Esteban Díaz (Tucumán); “19:00 Aparición”, de Walter Daniel Russo (Santiago del Estero); y “Portón de los pájaros”, de Agustín González Goytía (Tucumán).
Para menores
Por otra parte, la Fundación, a sugerencia del jurado y dada la importancia de las obras presentadas por artistas santiagueños y artistas menores de 35 años, otorgó otros premios. Uno fue para un participante con residencia permanente en la provincia de Santiago (adquisición de $ 40.000). La elegida fue la obra “Rostros”, de Felipe Ignacio Herrera. El otro premio estuvo destinado a un participante menor de 35 años (adquisición de $ 10.000). Se lo otorgó a la obra “Churito” de Néstor Gabriel Alarcón (Jujuy).
Entre otros autores seleccionados, se encuentran numerosos tucumanos, como Marcelo Lazarte, Marcos Figueroa, Damián Caro, Hugo Bellagamba, Sandro Pereira y Maximiliano Chávez, entre otros. En 2013, se había impuesto el pintor santiagueño Ricardo Touriño con su obra “Abstracción en grises”.
Más que una pintura
“La obra es una especie de retablo de santuario, con una impronta de ‘puesta en escena’, llena de exvotos, teniendo en cuenta que para mí el concepto de pintar abarca mucho más que el mero hecho de plasmar pintura sobre una superficie. Como pintura podría decir que es una pintura-instalación”, le explicó el artista Marchesi a LA GACETA. “Abarcando la temática sobre creencias y devociones populares, el showbiz y lo político, está resuelto de manera mórbida, sarcástica y panfletaria”, añadió.
Marchesi ha obtenido en otras oportunidades galardones y menciones. El año pasado, por ejemplo, presentó en el Centro Cultural Virla una instalación que incorporaba un animal vivo, una gallina, lo que generó fuertes polémicas.