Miles de activistas pro democracia obligaron al cierre temporal de la sede del Gobierno de Hong Kong después de que se registraran enfrentamientos con la policía, en una escalada del conflicto tras dos meses de manifestaciones. El caos estalló cuando los empleados trataban de llegar a sus trabajos, y cientos de manifestantes rodearon el centro que alberga oficinas y tiendas. Las oficinas del Gobierno y la legislatura debieron cerrar sus puertas. Unas 40 personas fueron detenidas (foto) y 40 resultaron heridas durante la protesta. El origen del movimiento fue la decisión de Pekín de autorizar por primera vez elecciones directas en 2017, pero sin que los candidatos puedan ser nominados libremente.