El hallazgo de la momia de un monje budista en posición de meditación, muy bien preservada y que podría tener casi 200 años, ha revolucionado Ulan Bator y el centro forense que la acoge ya se ha convertido en un lugar de peregrinación, consignó la cadena BBC.
“Con las piernas cruzadas en la posición del loto y cubierta entre pieles de cordero, la momia fue descubierta la semana pasada en una parcela vallada de la capital de Mongolia. Su propietario la había robado y tenía intención de venderla en el mercado negro”, se puede leer en el sitio informativo.
Expertos monjes budistas defienden que la momia no ha fallecido, sino que se encuentra en un estado de meditación profunda llamado “tukdam”, especie de trance entre la vida y la muerte. La momia fue encontrada sentada con las piernas en la posición del loto, con la mano izquierda abierta y la derecha haciendo el símbolo de la plegaria “sutra”. “Esto es signo de que no está muerto, sino en una meditación muy profunda, de acuerdo con la antigua tradición de los lamas budistas”, dijo un experto en budismo.
El Centro Forense Nacional de Mongolia, donde se encuentran los restos, recibe numerosas visitas de fieles budistas que acuden a rezar ante la posibilidad de que se trate de una figura divina.