En la zona del pedemonte del cerro San Javier “tenemos una presión de robo hormiga muy grande, por lo que vamos monitoreando, temprano, la madurez de la fruta, para cosecharla antes y ganarle a la gente que entra a robar a las quintas para sacar en bolsas lo robado y vender es fruta en el mercado informal”. Este comentario pertenece a un directivo de la firma Azucarera Justiniano Frías. “Hicimos muchas denuncias a la policía, pero no están haciendo nada al respeto, ya que la gente sigue entrando a sacar fruta casi todos los días. Realmente, ya no sabemos cómo parar esto. De manera individual tenemos rondines, para por lo menos persuadirlos que no entren, pero poco efecto tiene. Estamos trabajando individuamente donde tenemos poblaciones cercas de la quinta, y con otros vecinos limoneros vemos la forma de articular algo conjuntamente”, señaló.