De a poco y muy despacio, el agua empezó a bajar durante la madrugada de hoy y la calma parece estar regresando a algunas poblaciones del sur. De todos modos, nadie se relaja: el pronóstico anuncia nuevas lluvias para el fin de semana y las autoridades calculan que aún hay –como mínimo- 1.000 familias afectadas por las inundaciones en esa zona de la provincia.
El director de Defensa Civil, Fernando Torres, explicó que la lenta bajada del agua permite ir recuperando accesos y rutas que llevan a localidades que hasta ayer estaban aisladas. “Quedan personas evacuadas y solo en el departamento de Simoca todavía hay unas 1.000 familias afectadas”, detalló el funcionario.
Torres explicó que, por lo que se percibe, el agua no ha subido durante la noche. “A Villa Chicligasta ya se puede llegar desde el norte. Igual, hay localidades que todavía están inundadas, como Trejo, hacia el este. El panorama general es que este estado de inestabilidad climática y de lluvias va a continuar durante todo el mes de marzo”, explicó.
En Monteagudo, una de las localidades más afectadas por las crecientes (el agua arruinó el 80% de las pertenencias del 80% de la población), se instaló el Centro Operativo de Emergencia, coordinado por Defensa Civil de la Provincia. Ahí trabajan 110 personas pertenecientes a distintos cuerpos de Bomberos, a la Policía, al Siprosa y a Gendarmería.