El cultivo de maíz de esta campaña fue afectado fuertemente por dos variables que incidieron mucho en la cantidad final de superficie sembrada, aseguró Daniel Gamboa, técnico de la Sección Granos de la Eeaoc.
En primer lugar la rentabilidad fue la determinante, ya que los problemas de la comercialización final del producto y los altos costos determinaron que los productores busquen otra alternativa.
La segunda fue la irregularidad de las lluvias que se dio sobre todo antes de la fecha óptima de siembra, que hizo que muchos lotes que iban a ser destinados a la siembra de maíz no tuvieron la humedad necesaria para realizarla. Esto ocurrió sobre todo en la zona de La Ramada hacia el Este.
Igualmente, muchos productores lograron sembrar, pero sin duda la superficie final esta por debajo de lo estimado y por debajo e la superficie sembrada la campaña pasada.
Los maíces sembrados en general vienen bien, algunos con cierto retraso por la irregularidad de las lluvias y seguramente en marzo será determinante para lograr un buen resultado. Por lo menos hasta ahora el agua está llegando, por lo que hay cierto alivio.
Los maíces que se lograron sembrar en fecha están ya en floración, recibieron algunas buenas lluvias, por lo que sus condiciones son excelentes.
Se detectó que “el productor está aplicando baja tecnología por una cuestión de costo”, pero en general están bien, salvo aquellos muy tardíos y con poca agua inicial.
Hablamos de “baja tecnología, ya que se sembraron maíces baratos y maíces hijos de híbridos”.
Fitosanitariamente, se observa que muchos maíces sufrieron fuertes ataques de insectos, sobre todos aquellos maíces que poseen eventos biotecnológicos viejos o menos complejos.
Además, se suma a que “no hubo un uso de refugios manejados adecuadamente”, lo que “hizo que los ataques e insectos sean más fuertes”.
Sin duda que los efectos de la baja tecnología aplicada, la irregularidad de las lluvias en algunas etapas del cultivo y la presencia de plagas llevan a pensar que “el resultado final será muy irregular”.
A pesar de esto, muchos productores que sembraron el maíz ven que los resultados finales no son para esta campaña, sino para la siembra de soja venidera, ya que “los efectos positivos de una rotación terminan siempre siendo beneficiosos para un sistema productivo completo, y no para una sola determinada siembra”.