La rotación de los cultivos es, quizás, una de las principales armas que tienen los productores para enfrentar las plagas, además, por supuesto, de los paquetes tecnológicos que ofrecen los distintos semilleros y laboratorios contra las enfermedades.

“Hoy, frente a los problemas sanitarios hay que mirar todo el sistema productivo en toda la región. Las plagas están en forma permanente. Los hongos están en forma permanente. Todos se quedan en los lotes, por lo que pasan de un cultivo a otro”, advirtió Juan Carlos Morales (Rurais Consultora).

“El papel del maíz es clave en esta lucha”, aseveró, porque “no es hospedero de estas enfermedades”.

“Por eso -dijo-, la rotación es fundamental porque, además de mejorar el manejo sanitario del campo, permite la incorporación de rastrojos, a la vez que el cultivo consigue mejoras”.

Puente verde

El asesor privado dijo que “hoy, se maneja el concepto ‘puente verde’, que significa que, a lo largo del año, hay permanencia de cultivos o de malezas en los campos, que van permitiendo que las plagas pasen de un cultivo a otro”. “De la soja y el poroto, pasan al trigo y al garbanzo, y de estos a otros cultivos, y así sigue este largo camino”, describió.

Sin embargo, aclaró que “no podemos dejar de hacer esos cultivos, y que al intensificarlos se propaguen las enfermedades, indefectiblemente hay que cuidar los campos. Y la rotación es fundamental es este aspecto, para frenar a las plagas”, concluyó.