¿Qué tiene este Atlético para ser único escolta de Los Andes y marchar invicto en el certamen? El técnico Juan Manuel Azconzábal pareciera haber encontrado la fórmula del éxito. Es una receta poco utilizada y que genera sorpresas entre los fanáticos y los rivales de turno.
Se sabe que en el fútbol no quedan secretos. Sí puede haber recetas que llevan a los equipos por buen camino. Y en este caso es una prueba categórica que cantidad de delanteros no prometen un éxito seguro. El técnico “decano” utiliza cinco volantes y un solo atacante y son los mediocampistas los que generan fútbol y hacen goles.
Y justamente allí está el secreto de los últimos triunfos. Emanuel Molina (por derecha), Leandro González (por izquierda) y Guillermo Acosta (por todo el frente de ataque) son los que aportan el poder ofensivo del equipo de 25 de Mayo y Chile. Pero eso no sería posible si sus tres compañeros Pablo Garnier, Franco Quiroga y Cristian Menéndez no hicieran un esfuerzo importante para colaborar en la marca de la mitad de la cancha hacia arriba.
El aporte de los volantes no sólo es importante en la gestación del juego, sino que estos hombres ya convirtieron ocho de los 12 goles que anotó Atlético en lo que va del certamen. El ranking lo encabeza Molina con tres festejos; le siguen Acosta y González con dos cada uno y lo cierra Quiroga con uno. Menéndez (con tres) es el atacante más efectivo y Luis Rodríguez (con uno) completa la lista de los que celebraron a lo largo de esta fecha.
Ya no hay dudas de que Atlético con esta fórmula es protagonista del certamen. Sin embargo, debe corregir algunas cuestiones para ser considerado como uno de los grandes candidatos. Primero debe serenarse y acomodar las cargas. Si bien es cierto que su poder está en mitad de la cancha hacia arriba, la defensa es su talón de Aquiles. Sufre demasiado en cada centro que envía el rival y los desacoples que muestran sus hombres en la última línea son salvados muchas veces por las manos de Cristian Lucchetti. Lo bueno es que el certamen recién comienza y aún hay tiempo para buscar el equilibrio justo.