De su desvinculación de Toulon a su firma como jugador de la UAR había sólo un paso, pero había que darlo. Y finalmente sucedió: Nicolás Sánchez pasó a la historia como el primer tucumano contratado por la entidad rectora del rugby argentino para su plantel profesional, que a partir del año que viene comenzará a competir en el Súper Rugby.
“No sé si la palabra es alivio, pero sí se siente algo parecido a eso después de haber firmado. Es una mezcla de sensaciones. La verdad es que lo que viene me lo tomo con mucha responsabilidad y con ganas de que empiece ya”, manifestó el apertura, quien de todos modos deberá tener paciencia. El vínculo comenzará a regir recién desde el 1 de enero de 2016 y se extenderá hasta el final de la temporada 2018.
¿Dónde podía producirse el apretón de manos entre “Cachorro” y Andrés Chavanne, vicepresidente segundo de la UAR, sino en Lawn Tennis, club del que surgieron ambos y que hace pocos días cumplió su primer siglo de vida?
“En un momento, por cómo estaba jugando en el Toulon, en un buen nivel y porque tenía la chance de quedarme ahí en ese momento, se me cruzó por la cabeza la chance de de quedarme en Europa”, confesó Nico, quien evitó en todo momento pronunciarse acerca de su futuro hasta hace pocos días, cuando reconoció públicamente que su deseo era formar parte del plantel nacional. “La verdad, no podía sacarme de la cabeza que quedarme en Europa significaba no poder jugar en Los Pumas y contra eso, no hay nada. Para mí eso fue trascendental a la hora de la definición”, asegura Sánchez, tercer “europeo” en poner el gancho, detrás de Agustín Creevy y Joaquín Tuculet.
Un vistazo
Aunque todavía falte más de medio año hasta que entre en vigencia su contrato, y que el paréntesis incluya un Mundial y un Rugby Championship, Nico se permite darle un vistazo a lo que vendrá después: el Súper Rugby, la competencia de franquicias más poderosa del mundo.
“Miro muchos partidos y más, desde que tomé la decisión de volver. Lo que veo es un rugby con un nivel impresionante. No sólo desde la dinámica, que es algo típico del Hemisferio Sur, sino desde el poderío físico que acompaña a esa dinámica. Esa combinación es lo que lo que hace único al Super Rugby”, entiende.
Al momento de analizar los estilos, distingue: “los equipos de Australia, juegan y son equipos que corren mucho. Las franquicias sudafricanas tienen un poderío físico que es el que saca los partidos adelante y ante los cuales, con una buena defensa, podés llegar a complicarlos. Las de Nueva Zelanda hacen un mix de ambos, que es el que más dificultades puede generar porque es muy completo: es excelente en ataque y sólido en defensa”.