Con el 3-0 consumado frente a Ferro, la tragedia de Santiago del Estero no desapareció en su totalidad pero al menos pasó de ser un agujero negro a un profundo bache en medio de la ruta que conduce a Atlético rumbo a Primera.
Esa derrota ya es historia. También la última victoria en el Monumental, el domingo pasado. Lo que importa de ahora en adelante es continuar reforzando los cimientos de la famosa frase: “pelear hasta el final del campeonato”. Y para que eso suceda el “decano” tendrá cinco pruebas que pueden definir su futuro en la competencia. Atlético busca conseguir la licencia para volar en el torneo y para concretarla debe sacarse de encima rivales que podrían complicarle el panorama inmediato.
Ello significa que debe cuidar como oro su posición, mejorarla y agigantar su bolsa de puntos, que hoy está en los 42 puntos. Lo bueno es que se le vienen tests escalonados. El domingo, a las 19.30 (cambió el horario inicial de las 15.30) el equipo de Juan Azconzábal intentará salir bien parado ante uno de los clubes que amenaza con colarse en el top 5 de la tabla. Su futuro anfitrión ostenta 33 puntos en la tabla, por lo que un hipotético triunfo “albiceleste” relegaría al costado de la ruta a Villa Dálmine. Lo mismo pasará con el intermitente Atlético Paraná (31), al que recibirá una semana después en el “José Fierro”, por la fecha 26. Luego, por la 27, el rival será Brown de Madryn (28), también en 25 y Chile. Este par de encuentros en casa suponen ser el trampolín para encarar la parte picante.
Esta serie de encuentros puede resultar el calentamiento de motores que necesitará Atlético en las jornadas 28 y 29, cuando visite al entonado Instituto de Héctor Rivoira, que desde que llegó “Chulo” levantó en la tabla como cohete dirigido a la luna. De sus últimos nueve compromisos dirimidos en cancha la “gloria” ganó seis y empató tres. Impecable.
El ocaso de este lustro de enfrentamientos será ante el hoy escolta de Patronato, Santamarina de Tandil (46 puntos), el enemigo que en la vuelta inicial le quitó el invicto al “decano” y que podría sacarle uno de los boletos a primera clase, si Atlético no comienza a volar.