Atlético podrá dormir a “pata ancha”

Después de cuatro noches complicadas, en el grupo aseguran que ahora sí descansarán.

AROMA A CAFÉ. Julio, de buen partido ayer, se adelanta en el salto sobre Alderete, ante la mirada de Cáceres. la gaceta / foto de héctor peralta AROMA A CAFÉ. Julio, de buen partido ayer, se adelanta en el salto sobre Alderete, ante la mirada de Cáceres. la gaceta / foto de héctor peralta
13 Julio 2015
Hijo de los golpes, a causa de sus hermanos y rivales, Bruno Bianchi, el radiador de una zaga “albiceleste” que no deja pasar ni un mosquito por su sector, suelta una sonrisa de serenidad. Atlético le ganó bien a Ferro y en el equipo se respiró un aire de felicidad.

“El miércoles sufrimos un duro golpe que después se propagó en críticas por todas partes. Sentimos lo que pasó, pero también sabemos lo que somos y hacia dónde queremos ir. Ese camino es éste”, señaló el triunfo de anoche el nicoleño como la ruta a seguir y luego se descargó. “Creo que mal no nos está yendo”, sostuvo sin apuntarle a alguien en particular con sus palabras. Lo suyo no fue un extracto de una ironía, sino palabras que exponen que Atlético marcha tercero en una temporada eterna.

El haberse sacado de encima al “verdolaga”, uno de los que viene luchando por acomodarse entre los cinco que irán por los dos ascenso, fue un empujón de paz.

“Sí, porque veníamos mal en lo anímico y este triunfo ayuda. Estos días que pasaron fueron difíciles. Merecíamos esto”, aseguró quien durante el juego se convirtió en el “jamón” del medio durante una lucha aérea por el balón: su compañero Franco Sbuttoni y un ex, Gonzalo Bazán, lo plancharon en el piso. Cosas del fútbol, decía Bianchi sabiendo que anoche iba a ser “su noche” para dormir a “pata ancha”. La pesadilla de Santiago ya fue. “Ahora sí, a dormir tranquilo y en paz abrazo de mi hijo (Thiago), ja”.

Uno de los noctámbulos del plantel es Leandro González. “Después de los partidos, me acuesto 3 o 4 de la mañana; me cuesta dormir”, confió quien después del 2-0 a los 19’ del segundo tiempo ayer, recordó el mal trago de “CC”. “En ese momento nos gritábamos y decíamos que no nos quedemos, que no podíamos volver a sufrir esos minutos fatales”, relató “LG”, que valoró el funcionamiento global del plantel.

El regreso a casa de González iba a estar repartido entre abrazos y mimos para Isabella, su hija, y para Carla, su esposa. Después llegaría turno de cenar algo rico y de ver el partido de Atlético de nuevo. “Si está cargado en internet lo veo otra vez y trato de ver las cosas que sucedieron”, largó, antes de confesar: “Hoy (por ayer), voy a dormir tranquilo”.

Comentarios