El hombre de campo argentino, pero sobre todo el del NOA y especialmente el tucumano, están entre la espada y la pared, por los graves inconvenientes que viene padeciendo en lo productivo y en lo financiero. El productor está hastiado de que las autoridades provinciales y nacionales hayan hecho oídos sordos a sus reclamos, por lo que no tuvo otra alternativa que instalarse en las rutas como señal de protesta, perjudicando a los que transitan por las vías de comunicación. Es realmente lastimoso haber llegado a esta instancia y que no se haya hecho todo lo posible para evitar esta situación, que afecta a todos por igual y que muchas veces no se llega a buen puerto porque siempre alguno debe aflojar para lograr llegar a un acuerdo.

Es cierto que se juntaron todas las malas para haber llegado a este momento donde a los problemas originados por diferentes fenómenos climáticos, que afectaron las actividades agropecuarias tucumanas, se suman los inconvenientes de un mercado totalmente inestable con precios en baja o que no acompañan a la suba de los costos afectados por la inflación. Además, el Estado no deja de apretar con nuevos y mayores impuestos, afectando aún más la poca o nula rentabilidad.

Actualmente, los productores cañeros, citrícolas, hortícolas, frutilleros, los de granos y los tabacaleros, sin importan su escala productiva, se ven afectados por todo lo que se menciona líneas arriba. Si hablamos de una Pyme, o peor aún de pequeños productores, la situación es más grave aún, donde la realidad muestra que las ayudas que provienen del Estado de manera totalmente intestinal solo son un aliciente, que se diluye en el tiempo y que los problemas continúan.

El factor clima

¿Qué esperan entonces los hombres de campo? Sin dudas, un cambio en las actuales políticas agropecuarias y un cambio que también podría venir del clima. En este último caso, parece que los pronósticos así lo indicarían, ya que vemos que las lluvias ocurridas en los días pasados en casi todo el país pueden llegar a repetirse.

En nuestra región y en Tucumán, las lluvias ocurridas durante agosto superan varias veces los promedios de los últimos años, lo que también indicaría un posible cambio.

Igualmente, se estima que, hasta octubre, el escenario más probable es de precipitaciones normales. Aunque luego tendremos la “regadera del Niño”, eventualmente potenciada con fenómenos regionales. Así lo indicó José Luis Aiello, doctor en Ciencias Meteorológicas (Universidad de Buenos Aires) y director científico de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario.

“Estamos en una situación muy delicada, por eso hay que estar preparados para estos fenómenos, porque serán recurrentes en el futuro: el cambio climático está impactando en la Argentina”, indicó Aiello en un informe preparado por la BCR.

Otros especialistas afirman que en los últimos años estamos presenciando incrementos de lluvias y aumentos de temperatura. Frente a esto, los productores deben considerar la variabilidad climática de cada localidad al momento de decidir la siembra del cultivo de maíz”

Aiello remarcó que el efecto del fenómeno de “El Niño” comenzará a observarse recién a partir de noviembre próximo, y que cualquier evento de lluvias fuertes hasta octubre se producirá por fenómenos originados en el Océano Atlántico.

“El Niño es una buena noticia para los cultivos de verano. En Argentina el evento es favorable a un incremento en las lluvias que se dan de noviembre a marzo, al cual hay que acoplarle los fenómenos regiones de escalas más chicas, de corta duración, y éstos no son pronosticables. Estos fenómenos regionales son afectados por el cambio climático y pueden incrementar o fortalecer los impactos del Niño.

Nuevos rumbos

Este posible cambio gradual que se puede dar en el clima, y que podría beneficiar a varias actividades productivas del país, debe ir acompañado por cambios en la política agropecuaria, para que, de una vez por todas, los productores tengan un incentivo válido para sembrar, y no cortar rutas, y un panorama más claro de lo que podría suceder en el mediano y largo plazo.

No sería una coincidencia que las elecciones que se darán en poco tiempo, y de la cual casi todos los candidatos a los más importantes cargos indican que habrá un cambio en las cosas que no funcionan, y acentuar y fortalecer aquellas que andan bien. Lo cierto es que el cambio es necesario y no importa qué partido político se haga cargo de los destinos del país. Solo es esperable que se den cuenta de que bajo las actuales situaciones económicas, financieras y políticas no se puede seguir funcionando, y que seguir como hasta ahora sólo hará que nos hundamos más en el pozo en la cual el sector productivo se encuentra