El inesperado arranque de San Martín en el Tetradecagonal hizo que Sebastián Pena comenzara a buscar las soluciones en los chicos del club. Los primeros nombres de la lista fueron Tomás González, Oscar Mamaní y Matías Gómez quienes ya tuvieron la posibilidad de jugar. Daniel Gastón Arraya formó parte de la delegación que viajó el fin de semana pasado a Sunchales y ahora le toca el turno a César Daniel Abregú, un volante central de 21 años, que es una de las principales cartas futbolísticas que tiene el equipo liguista.
El pibe de San Pablo, que llegó hace cuatro temporadas al club, integró el equipo titular en los ensayos futbolísticos que el plantel “santo” realizó ayer en el complejo “Natalio Mirkin”. “No puedo creer lo que estoy viviendo en estos momentos. Si la semana pasada estaba chocho cuando recibí la notificación de que tenía que venir a trabajar con el plantel profesional, no tengo palabras para explicar lo que siento hoy porque el técnico, en la primera práctica de fútbol, me puso entre los titulares. Era algo impensado hasta hace dos semanas”, señaló el mediocampista, que admira a Javier Mascherano, su espejo como futbolista.
A la hora de definirse como futbolista, confesó: “soy un volante central que tiene mucha marca y dinámica a la hora de recuperar la pelota. También puedo serle útil al equipo cuando tengo la pelota en mis pies. El fútbol actual obliga a no encasillarse como jugador. Por eso trato de aprender y perfeccionar mi juego en el día a día. Y ahora mucho más porque estoy en el plantel profesional, donde hay jugadores con mucha trayectoria que me pueden ayudar a seguir creciendo como futbolista”, dijo.
Confianza ciega
Abregú tiene a uno de sus hermanos en el plantel, Gustavo, que juega de central, y afirma que no le pesará para nada la responsabilidad de ser parte de los elegidos para el partido frente a los chaqueños, a pesar de que el equipo no está pasando por su mejor momento. “Estoy preparado para dejar todo en el campo para colaborar con mis compañeros para que podamos revertir la racha negativa. No será fácil, pero me sobra confianza para llevar adelante este objetivo”, señaló.
El joven volante revela que el técnico, en la primera charla con él, le pidió presionar a los volantes rivales para que la pelota no salga limpia de ese sector y que el equipo pueda recuperarla rápidamente. “Quiero destacar el apoyo de los muchachos”, indicó.
Ansiedad
En la cara se le notaba la ansiedad propia de un pibe que pretendía regresar rápidamente a su casa de San Pablo para contarle la novedad a su esposa Rosa, a su hijita Zoe Mailén, sus padres Roque y Melina y sus siete hermanos. “Ellos se merecen recibir esta alegría porque desde el momento que llegué al club estuvieron apoyándome. Viví un día inolvidable y el regreso a mi casa será más feliz que en otras ocasiones”, acotó.
Esta nueva apuesta que realiza el entrenador de los “santos” por los chicos de la cantera puede resultar productiva en el futuro. El roce con el plantel profesional, puede ayudarlos a progresar física y futbolísticamente, pero también es cierto que no se les debe delegar toda la responsabilidad de revertir el momento complicado que atraviesa el equipo.
San Martín no pudo ganar todavía en la ronda final y quedó lejos de la pelea por el primer puesto. Los hinchas deben entender que eso no es responsabilidad de los chicos.