Lo que pasó en el Monumental fue insólito. Se jugaban 38 minutos del segundo tiempo entre River y Huracán, que empataban 1 a 1.
De repente, y de sorpresa, se abrieron los grifos del campo y la cancha comenzó a regarse interrupiendo el duelo y, sobre todo, causando risa en los usuarios de internet que al mismo tiempo observaban el partido.
Dos minutos tardaron en apagarse, pero el hecho no pasó desapercibido en ningún lado.