BUENOS AIRES.- El director nacional Electoral, Alejandro Tullio, aseguró que está garantizada la transparencia de los comicios presidenciales, porque se tomaron medidas que “mejoran la capacidad de control de los partidos”, y remarcó no va a permitir que “se cometa una injusticia como la que se cometió con los tucumanos”. Reprochó que muchos de los que levantaron la voz por los delitos electorales denunciados durante el proceso electoral en Tucumán “se dieron cuenta que hicieron el ridículo”. Tullio advirtió que el gran paso que hay que dar tras los comicios “es llevar la tecnología a cada una de las mesas electorales”, aunque remarcó que el voto electrónico “no es más seguro” que la boleta impresa, “es distinto”.
- ¿Lo que pasó en Tucumán se puede repetir en octubre?
- No vamos a permitir que nadie obstaculice la circulación de urnas y telegramas. Tampoco vamos a permitir que nadie interfiera en la labor de la Justicia Electoral, ni de un lado ni del otro. No vamos a permitir que se cometa una injusticia como la que se cometió con los tucumanos y la Junta Electoral, haciéndola jugar un partido, cuando tenía que ser el árbitro.
- ¿Este tipo de hechos le puede quitar legitimidad a los comicios?
- En realidad fue muy confuso todo lo de Tucumán. Muchos de los que levantaron la voz airadamente se dieron cuenta que hicieron el ridículo. Entiendo que la foto de urnas quemándose es dramática. Para los que tenemos responsabilidad, cada patología nos conmueve, pero si la conmoción nos impide actuar, estamos mal.
- ¿Y qué cambió después de Tucumán?
- Se tomaron medidas que indudablemente mejoran la capacidad de control de los partidos, pero algunas de estas medidas estaban disponibles para los partidos antes de las PASO y no las usaron.
- ¿Se pudo avanzar en las 30 recomendaciones de la Cámara Electoral para garantizar la transparencia de los comicios?
- Sí, la Justicia modificó el formato de los telegramas para que haya menos problemas en la transcripción de los resultados de las mesas; cambiamos la ruta del Correo; la publicación on line de los telegramas va a estar unas horas después de procesada la información de la votación; los partidos van a poder hacer un seguimiento casi exhaustivo de todo el itinerario del voto. Quienes nos dedicamos a esto tenemos remedio para casi todo lo que pueda ocurrir.
- ¿Todo esto alcanza para evitar el fraude?
- Para garantizar la transparencia con muchas menos medidas también alcanza. Pero acá hay que recrear un vínculo de confianza que legitime las elecciones. La confianza es un concepto subjetivo, no objetivo, entonces yo puedo hablar de seguridad, y la seguridad sobra. Para estas elecciones no quedó ninguna medida por tomar.
- ¿No hay temor de que el cierre del escrutinio definitivo se junte con un eventual balotaje?
- No, es imposible que el escrutinio dure tanto. Porque puede haber balotaje, la ley establece que dentro de los diez días de las elecciones generales se tiene que resolver el escrutinio. Si lo podemos acelerar, lo aceleraremos todo lo que podamos. Las medidas adoptadas por la Cámara para unificar el formato del acta, del telegrama y de los certificados va permitir acelerar el proceso de recuento en la mesa, que es el eslabón más débil de la cadena.
- ¿Después del domingo debe empezar a discutirse un nuevo sistema electoral?
- Creo que en el futuro debemos llevar la tecnología a cada una de las mesas electorales, no sé si trasmitiendo, pero sí cargando infomáticamente los datos desde cada escuela. Ése es el paso que daría yo.
- ¿El voto electrónico es más seguro?
- No es más seguro, es distinto. ¿Es más seguro el avión que el auto? Todas las estadísticas dicen que sí, pero discutamos eso con un familiar de una víctima de un accidente aéreo. Apostar, discutir o ir en busca de una seguridad absoluta es una posición conservadora no es una posición humana. Porque la vida es riesgo no irresponsable, y con esa postura seguiríamos escribiendo con lápiz, seguiríamos mandando cartas por correo o no haríamos transacciones económicas por internet. Toda la discusión por la seguridad absoluta es una posición profundamente conservadora.
- ¿Qué cambió en materia electoral desde 2001, cuando asumió en su cargo?
- El cambio más importante es la sensibilidad generalizada sobre los procedimientos electorales. En 2001 hubo una campaña fuerte para deslegitimar en valor de las elecciones. Nadie sobreviviría a hacer abiertamente una campaña así ahora. (DyN)