El primer contacto de Mauricio Macri con los presidentes y representantes de las delegaciones extranjeras fue en el Palacio de San Martín, sede de la cancillería. Junto al presidente estuvieron la vicepresidenta, Gabriela Michetti, la ministra de Relaciones Exteriores y Culto, Susana Malcorra, y Marcos Peña, jefe de Gabinete.
La primera mandataria en acercarse a saludarlo fue Michelle Bachelet, presidenta de Chile. Le siguieron Ollanta Moisés Humala, presidente de Perú; Juan Manuel Santos, de Colombia; Rafael Correa, de Ecuador; Evo Morales, de Bolivia, con quien el día anterior había estado jugando un partido de fútbol en La Bombonera.
También viajaron especialmente para la Asunción Horacio Manuel Cartes, presidente de Paraguay; y Tabaré Vázquez, de Uruguay, con quien se vio que el saludo fue muy afectuoso.
Otros países enviaron a sus vicepresidentes, como Costa Rica y El Salvador. También estuvo el rey emérito de España, Juan Carlos I de España, a quien se lo vio con muchas dificultades para caminar.
Se acercaron representantes de la Iglesia Católica y también de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
“Les agradecimos la visita. Nos mandaron los saludos de (el presidente de Estados Unidos, Barack) Obama y hablamos de abrir una agenda de trabajo conjunta”, explicó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, tras participar de una reunión bilateral en el Palacio San Martín con los miembros de la comitiva del país norteamericano que vinieron a Buenos Aires. En representación de los Estados Unidos estuvieron el secretario de Transporte, Anthony Foxx, el embajador estadounidense en Argentina, Noah Mamet, y la responsable del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Roberta Jacobson. Un rol fundamental para las relaciones bilaterales será el de Malcorra, quien hasta hace unas semanas se desempeñaba como Jefa de Gabinete de la Organización de Naciones Unidas. Un puesto que tenía llegada directa al secretario de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
La funcionaria ya definió algunas de sus ideas respecto de la relación con países de América. Por ejemplo, que la política exterior debe plantearse pensando en los Estados Unidos como “una potencia mundial” y que Cuba “es un país amigo con el que sólo hay oportunidades”.