San Martín comenzó la parte más importante del año. En el club saben que durante esta etapa puede cimentarse el sueño que se acuna desde hace varias temporadas. La base física para seis meses, en los que el cuerpo de los futbolistas estará al límite, es indispensable y por eso ya trabajan en ese aspecto.
Los “profes” Ariel Carli y Ezequiel Brito diagramaron un trabajo extenuante, esperando que en junio se corone con el ascenso a la B Nacional.
Carli está contento con la predisposición que el plantel expuso durante los primeros entrenamientos. “Estamos realizando testeos físicos a los jugadores y a partir del lunes vamos a comenzar a aumentar las cargas”, dijo el PF e informó que la pretemporada en sí durará 34 días. “En ese lapso vamos a realizar 51 sesiones. El trabajo terminará el 6 de febrero, un día antes del debut en el torneo”, explicó.
Durante este tramo la alimentación y el descanso van a ser esenciales. Por eso, Sebastián Pena determinó que el grupo quedará concentrado desde el lunes por espacio de 14 días en un hotel de avenida Soldati al 300. “Realizaremos tareas de doble y triple turno. Lo bueno de esta etapa de testeo es que a partir de los resultados vamos a tener una certeza sobre dónde está parado cada futbolista. Queremos hacer un trabajo que les permita llegar 10 puntos a la etapa de definición del Federal”, aseguró Carli, dejando en claro que cada integrante del plantel es diferente. “A partir de saber cómo llega cada futbolista podemos diagramar el plan de trabajo. De esa manera evitamos sobrecargas”, advirtió.
Trabajos integrales
En otros tiempos, las pretemporadas se diagramaban priorizando los trabajos físicos sobre arena, algo que ya no ocurre por estos días. “Se evolucionó mucho en ese sentido, como en todos los aspectos. Ahora se realizan pretemporadas integrales, en las que el trabajo físico va de la mano con el futbolístico”, dijo Carli, y argumentó su idea: “los estudiosos en la materia consideran que las tareas deben ser integrales y no como ocurría antes, cuando la preparación física iba por un lado y los trabajos táctico-técnicos por el otro. Esto tornaba aburrida a las pretemporadas y hacía que el jugador presentara otra predisposición al trabajo”.