La cara de Sebastián Pena al ingresar en la zona mixta del estadio de La Ciudadela, lo decía todo. Su rostro denotaba una mezcla de bronca, resignación y tristeza. Es que el empate en los minutos finales fue casi un golpe de nocaut para todos en Bolívar y Pellegrini.
“Dos errores nos costaron dos goles”, fue el primera análisis del entrenador que esta vez, a diferencia de los duelos contra San Jorge y Mitre, no se fue del todo disconforme. “Pasa que este era un partido trabado y lo estábamos ganando. Pero esta vez hubo una serie de cosas que nos terminó matando”, explicó.
Según su opinión, la expulsión de Sergio Viturro fue un baldazo de agua congelada para su equipo. “Nos mató; ese fue el punto de inflexión”, aseguró “Tomatito” sin dejar de ocultar su malestar. “Ellos no nos estaban creando situaciones y, a pesar de que no estábamos jugando bien, el partido estaba controlado. Pero a partir de esa expulsión no pude hacer dos cambios que había pensado para intentar mejorar en el juego”.
Y para colmo de males, el equipo encadenó una sucesión de equivocaciones, allanándole el camino al rival para llegar al empate. Pero a pesar de todo, Pena intentó calmar las ahora aguas turbias de La Ciudadela. “Hay que seguir trabajando para mejorar. El dolor es grande porque teníamos que seguir ganando. Pero hay que levantarse y mirar para adelante”, admitió el DT sin cansarse de repetir que el empate fue por culpa de los suyos. “Tuvimos para cerrarlo en la jugada de (Ramón) Lentini y para colmo los dos goles de ellos son por errores nuestros”, sentenció.
La desazón era grande, pero Pena no se achica. “Tuvimos para ganarlo y casi lo perdemos. Pero estoy seguro que se nos va a abrir el arco y vamos a comenzar a ganar”, concluyó.