BUENOS AIRES.- Leonardo Fariña se acogió a la figura del arrepentido al declarar ante el juez federal Sebastián Casanello. La decisión de quien fuera conocido como “el valijero” de la ruta del dinero “K” causó conmoción en los tribunales. A tal punto que Casanello, al promediar la indagatoria, dictó el secreto de sumario en la causa que inquieta al kirchnerismo.
Fariña está detenido desde 2014 en el penal de Ezeiza por una causa de evasión impositiva. En ese marco había sido citado a declarar ayer ante el juez Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan, por la investigación de lavado de dinero por la cual ya están en prisión el empresario kirchnerista Lázaro Báez y su contador, Daniel Pérez Gadín.
De forma sorpresiva, según pudo reconstruir el diario Clarín, el imputado decidió acogerse a la figura judicial del arrepentido, en busca de la reducción de alguna eventual pena. De acuerdo con fuentes judiciales, Fariña habría contado ante Casanello y Marijuan la intimidad de la ruta del dinero “K” en la que, según la investigación, fue uno de los protagonistas.
“Habló de todo, como lo había hecho en el programa de Jorge Lanata frente a las cámaras ocultas”, señalaron fuentes judiciales. Su relato incluiría los nombres de ex funcionarios k, como Julio De Vido, y hasta cómo fue que trabajó para sacar del país millones de euros que habrían pertenecido a la familia Báez. De acuerdo con los dichos tribunalicios, el mediático también habría relatado un encuentro en la quinta presidencial de Olivos. La nueva declaración podría complicar la situación procesal tanto de Baéz padre como de Martín Báez (hijo del empresario). En su momento, Fariña había llegado a revelar que Báez y otros allegados del ex presidente Néstor Kirchner trasladaban bolsos con dólares y euros desde Santa Cruz, hacia Buenos Aires y Montevideo.
Figura jurídica vigente
Más allá de los proyectos legislativos para regular la figura del arrepentido en causas de corrupción, desde 2011 ya es posible utilizar esa figura en algunos casos. Hace unos días, el fiscal general ante la Cámara Federal de Casación Penal porteña, Raúl Pleé, se refirió a la figura bajo la cual ayer declaró Fariña.
La primera vez que se legisló fue en 1994, cuando se modificó la ley 23.737 de estupefacientes.
En el 2000, la ley 25.241 previó la figura del arrepentido para los casos de terrorismo. Finalmente, la ley 26.683, de 2011, dispuso que el régimen de la ley 25.241 referidas al “arrepentido” sería aplicable a los procesos por lavado de activos de origen delictivo (art. 303 del Código Penal), “permitiéndole incluso al juez disponer la reserva de la identidad del testigo o del imputado que hubiere colaborado con la investigación, siempre y cuando resultare necesario preservar su seguridad”.
De galán a presidiario
Fariña tuvo lo que muchos quisieran tener: dinero, hermosas mujeres y fama. Su momento de mayor esplendor se dio cuando las cámaras de televisión lo enfocaban al lado de la bella vedette Karina Jelinek. Su imagen a bordo de una Ferrari se viralizó y, con ella, los problemas. La vida cambió cuando el mediático se confesó en el programa “Periodismo para Todos”, que conducía Lanata, en el que fue presentado como el “valijero” del empresario kirchnerista. Desde entonces, la Justicia posó sus ojos sobre él, pese a los intentos posteriores de Fariña por rectificar sus dichos -obtenidos mediante una cámara oculta- en otros canales. “Querían ficción y les dí ficción”, había asegurado.
Con el paso de la investigación judicial, Fariña se convirtió en el primer detenido en la causa abierta contra el empresario Lázaro Báez por presunto lavado de activos. Acusado de evasión impositiva, el “valijero” permanece alojado en Ezeiza.
Cuando la desgracia le cayó encima, se separó de su mujer y, hace un mes, cuando se conocieron los videos de allegados a Báez contando dinero en “La Rosadita”, volvió a salir a escena. Otra vez, en el programa de Lanata, habló sobre el caso que irrita al kirchnerismo y hasta le pidió disculpas al periodista por haber negado sus dichos iniciales en otros medios.
“En mi caso, la cárcel fue para silenciarme”, sentenció Fariña en diálogo telefónico con Lanata, desde la cárcel de Ezeiza. Luego, dejó una frase sugestiva: “ahora, mi mejor estrategia es decir la verdad”.
“Creí que ‘la tenía larga’ manejando una Ferrari que no era mía, y mirá cómo terminé. ¿Qué pasaría si los otros implicados en la causa pasaran un día presos? Quiero pedirte disculpas a vos y a todas las personas que afecté con mi forma de actuar”, había ampliado Fariña. En ese nuevo encuentro con Lanata, adelantó que una vez que fuera citado por la Justicia -lo que ocurrió finalmente ayer- aportaría “cosas para esclarecer lo que se ve en los videos”. “Me tuvieron callado dos años, la cárcel es una manera de callar a las personas. Ellos quieren tapar con un boludo (sic) toda esta maniobra, se ríen de todo. Todos estamos denunciados por evasión pero el único preso soy yo”, había detallado.