La queja viene escuchándose desde principios de año, cuando se puso fecha definitiva al traslado del Instituto de Enseñanza Superior de Famaillá al nuevo edificio. Los alumnos y la directora aseguran que la zona de la nueva escuela, recientemente construida, es insegura y que deben caminar por una calle de barro para llegar a clases. Quieren quedarse en la vieja escuela Diego de Rojas, a tres cuadras de la nueva, donde actualmente funciona el Sitio de Memoria "Escuelita de Famaillá", y argumentan que el nuevo edificio no está en condiciones para que funcione un establecimiento escolar.
Las autoridades del nivel primario de la escuela Diego de Rojas, en cambio, refutaron que la zona sea insegura o que el edificio no esté en condiciones. "Estamos acá desde 2013 y nunca sufrimos robos o problemas de inseguridad", afirmó Sonia Tula, directora del primario.
"La zona está más iluminada y -si bien haría falta pavimentar- el camino de tierra no es de más de media cuadra desde la calle pavimentada más próxima", explicó la supervisora de nivel, Carolina Gambaro.
Las autoridades recorrieron la escuela con LA GACETA y mostraron las condiciones en las que está el edificio nuevo, con capacidad para 1.200 alumnos, baños con accesibilidad para personas con movilidad reducida y cocina preparada para las prácticas de la carrera de chef.
Ayer, alumnos hicieron una sentada en la vieja escuela, para pedir que se suspenda el traslado, pese a que la determinación ya fue confirmada desde el Ministerio de Educación de la Provincia.