La expectativa por la siembra de poroto fue importante, motivada fundamentalmente por las condiciones de humedad en suelo durante los meses de enero y febrero, y fue acompañada por buenas condiciones en los meses posteriores. Además, a causa de que Brasil, el principal productor y consumidor, no tuvo una buena producción, es que se presume que el precio de esta legumbre puede ser importante a partir de junio. Se estima en Tucumán una superficie sembrada de unas 15.000 ha de poroto negro y otras 3.000 ha de poroto rojo y blanco.

Al presente, el estado del cultivo, en general, es óptimo, a excepción de aquellos que fueron sembrados tardíamente.

Los problemas sanitarios más importantes fueron la ‘mancha angular’, que tuvo una fuerte presencia principalmente en el mes de marzo, seguido por las ‘virosis’, y en menor medida la ‘bacteriosis común’. En los últimos días, debido a la elevada humedad, en algunos lotes se observó la presencia de ‘moho blanco’, que también fue detectada en parcelas experimentales de “poroto Mungo”.

Novedad productiva

Una alternativa estival, en la cual el proyecto trabaja, es el cultivo del “poroto Mungo”. Este ha manifestado una gran expansión en el último tiempo, superando las 30.000 ha a nivel país en la presente campaña. En los últimos cinco años, el proyecto se abocó a generar un banco de germoplasma mediante la introducción de materiales del centro del país y del exterior (Australia), del cual se seleccionarán (en el mediano plazo) aquellas líneas de mejor comportamiento para nuestra región.

La especialista Clara Espeche presentó la investigación referida al mejoramiento de porotos de colores tradicionales como “negros” y “blancos”, y colores no tradicionales como “rojos”, “cranberrys”, “cariocas”, “canelas”, etcétera.

Se presentaron las variedades de ‘poroto negro’ TUC 300 (precoz, con un ciclo de 78 días y tolerante a virosis), TUC 510 (con tolerancia a virus) y TUC 550 (material con tolerancia a ‘mancha angular’). Dentro de los colores no tradicionales se mostró un tipo “cranberry”, TUC 241, y un cultivar tipo “rojo” Dark T-14, obtenidos por cruzamientos locales, ambos con tolerancia a virus y bacteriosis común, con buen porte y ciclo de 90 días. Otro color que se está evaluando es el tipo “carioca”, que se introduce desde el CIAT (Colombia) y IAPAR (Brasil). Se trata de un tipo de poroto de color crema moteado, pequeño y muy consumido en Brasil.

Más resistencias

Por otro lado, Silvana Mamaní Gonzáles mostró las líneas de mejoramiento para introducir resistencia a ‘bacteriosis común’ y ‘mancha angular’ en poroto negro, trabajo que se realiza en forma conjunta con el CIAT y que se inició en 2010 con los cruzamientos de los progenitores seleccionados.

Además, contó con el apoyo de la firma Lealsem, con quien la Eeaoc tiene un convenio de vinculación tecnológica. Como consecuencia de que todas las variedades de poroto son susceptibles a la ‘bacteriosis común’, Mamaní Gonzales comentó que, por el momento, sólo se puede llevar a cabo un control químico y mostró un producto bacteriostático a base de cobre (Cobrestable), que se emplea para detener esta enfermedad. Este producto es aplicado en dosis de 1,5 y 2 l/ha y en los estadios fenológicos V4 (tercera hoja trifoliada), R5 (prefloración), y en caso de que continúen las condiciones predisponentes (alta humedad y temperatura) a la enfermedad, se puede hacer una tercera aplicación en R7 (inicio de fructificación).

Finalmente Diego Méndez presentó una nueva alternativa estival como lo es el “poroto Mungo” (Vigna radiata L), un cultivo que ha tenido una gran difusión a nivel país en los últimos años y en el cual el proyecto viene trabajando desde 2011 con diversos materiales introducidos del centro y norte de país y, a partir de 2014, con la incorporación de nuevos materiales desde el exterior.