Quiero destacar que la Subsecretaría de Alimentos y Bebidas de la Nación tuvo muy buena recepción entre las autoridades provinciales, que se pusieron al lado nuestro para poder desarrollar diversos proyectos que sirvan para darle agregado a diferentes productos que se elaboran en Tucumán, dijo Mercedes Nimo, funcionaria a cargo del área nacional de Alimentos y Bebidas.

Tenemos instrucciones precisas desde el ministerio de atender la cadena de valor, aprovechando las oportunidades que surgen del desarrollo productivo de cada una de las cadenas que tiene el país, en distintos productos que nos permitirán dar un valor agregado en origen, dijo la funcionaria.

La cadena de valor parte de la producción, transformación, industrialización, comercialización y consumo de un producto que llegó al último eslabón productivo que es el consumidor.

Desde nuestro lugar de trabajo, dijo Nimo, “queremos ofrecer diferentes herramientas vinculadas al proceso de transformación o de agregado de valor a los diferentes productos que salen de la tranquera del campo, dándole atributos que hagan que el consumidor tenga una mayor preferencia por un producto”, señaló.

Nuestra Secretaría de Agregado de Valor tiene dos destinos por los cuales están trabajando. “Uno es la mayor producción de biomasa, que es la mayor producción de alimentos por un lado y la agroindustria por el otro. Los temas ambientales y los desafíos tecnológicos son otra de las patas en las cuales la secretaría está inmersa y que debemos afianzar día a día”, dijo.

La innovación y el desarrollo de alimentos en el país es la fortaleza en la cual debemos sostenernos, pero a la vez debemos potenciarlo y fortalecerlo aún más.

“No debemos olvidar que la inocuidad de los alimentos y la protección del medio ambiente es uno de los requisitos fundamentales para afianzar los mercados actuales que disponemos, y a la vez, la puerta de entrada para nuevos mercados”, destacó Nimo.

La funcionaria dijo que, como productores de alimentos (Argentina), debemos correr detrás de los cambios que, día a día, nos impone el comercio internacional, en procura de satisfacer las necesidades de su población que a medida que pasa el tiempo se hace más exigente en sus necesidades de consumo.

Impacto económico

La producción de alimentos y bebidas es el pilar de la economía nacional y también mundial, y los números que se manejan así lo manifiestan, generando inversiones, valor agregado, empleos, desarrollo territorial y desarrollo local, puntualizó.

Solo observando el aporte que tiene esta actividad en la economía de cada provincia lo demuestra, ya que alcanza valores que van desde el 70% al 90% del PBI.

Argentina exporta por uno monto de U$S 27.000 millones solamente de alimentos y bebidas, sin considerar los productos primarios ni otro tipo de producciones.

Los alimentos y bebidas argentinos tienen más de 180 destinos internacionales y dan trabajo directo a más de 400.000 personas, aun mayor a lo que aportan la industria automotor y la textil.

Otro dato es que el 42% de las exportaciones argentinas depende de este sector productivo. Es por ello que surge la necesidad de afianzarlo y desarrollar nuevas alternativas productivas de alimentos para el mundo.

Esta claro que “si al sector productivo de alimentos y bebidas le va bien, al país le irá aún mejor”.