En Cruz Alta y Burruyacu, al este de la provincia, la cosecha avanzó casi un 95%, de las 110.000 hectáreas cultivadas, cuando restan unos siete días para finalizar la labor. Los rendimientos promedio durante la precosecha y la cosecha alcanzan los 2.900 kg/ha en Burruyacu, y son cercanos a los 3.000 kg/ha alcanzados en campos ubicados en Cruz Alta.

Con respecto a la calidad de las semillas, ingresan con humedades de entre un 13,5% y un 15,2%, a los sistemas de almacenamiento propios y a los acopios, con menos de un 10% de granos dañados hasta la fecha.

En lotes de Cruz Alta y cercanos a la capital provincial, se detectaron inconvenientes con un 10% de semillas brotadas y el comienzo de ‘dehiscencia’ con derrames del grano al suelo. “Esto se debe a que la zona tuvo una fecha de siembra normal en cuanto a los ciclos VI, VII y VIII, concentrándose la misma antes del 23 de diciembre de 2015, con lo cual los materiales de los ciclos VI y VII estaban listos para la trilla antes del 20 de abril, pero las precipitaciones promedio registradas ese mes en el departamento fueron superiores a los 100 mm”, explicó Marcela Lizondo, técnica de la (Agencia de Extensión Rural (AER) de Banda del Río Salí del INTA.

Por su parte, Ricardo Rodríguez, tecnólogo del INTA, aclaró: “si bien la cosecha está llegando a su final en la zona, tuvo una demora de al menos 15 días por efecto del temporal. Antes del evento, los rendimientos ascendían a valores superiores a 3.500 kg/ha; después, si bien se mantuvo la calidad del grano, los rendimientos llegaron a entre 3.000 kg/ha y 3.100 kg/ha. Se trata de una merma propia de la disminución del peso de las semillas con el correr del tiempo, la dehiscencia, las pérdidas durante la cosecha y otros factores”.

En cuanto a la eficiencia de cosecha y las diversas pérdidas en el este, se muestran en el cuadro que acompaña esta nota. Las pérdidas de precosecha comenzaron a incrementarse y alcanzaron valores del 10%, producto del retraso de la cosecha por el temporal. En cuanto a las pérdidas por plataforma y cola de la cosechadora, se encuentran por debajo del límite de tolerancia nacional para dicho cultivo, que es de 80 kg/ha.

“Para las 5.500 ha que restan cosechar en ambos departamentos, es fundamental minimizar las pérdidas y trabajar dentro de las tolerancias permitidas, ya que el promedio a cosechar en la región es de 2.730 kg/ha, con calidades muy buenas del grano y aptas en humedad para ser almacenadas en diversos sistemas como silobolsas, teniendo en cuenta los cuidados pertinentes que sugiere el INTA Famaillá”, concluyó Rodríguez.