“En la provincia creció el narcotráfico”. El reconocimiento de esta realidad salió de boca de un integrante de la Corte Suprema de Justicia, el juez Antonio Estofán.
El magistrado, en una entrevista con Infobae, admitió que los jueces reciben presiones políticas y del ámbito privado, que el narcotráfico ha aumentado sin control, que hace falta crear refugios para mujeres víctimas de violencia de género y que -para la gente de menores recursos- todavía es difícil el acceso a la Justicia.
Estofán consideró que falta un trabajo coordinado entre jurisdicciones, aunque para él la tarea de combatir el avance de los comercio de drogas es del ámbito federal.
"Las fuerzas están desperdigadas y no hay un trabajo consciente y conjunto para combatir este flagelo. Para mí, lo tiene que manejar la justicia federal. Creo que ha crecido el narcotráfico porque no hay un protocolo para que trabajen juntos la Policía de la Provincia, la Federal, la Justicia Federal e, incluso, que colabore la justicia provincial", dijo.
Habló también sobre la necesidad de que se cree una Policía judicial, "que sea una policía técnica, para los laboratorios y la guardia personal y de los edificios del Poder Judicial".
Habló, además, de la independencia del Poder Judicial. "No se puede hablar de independencia absoluta. Tenemos que hablar de interdependencia con los otros poderes. El juez independiente es el que decide de acuerdo a la ley, aplicada a cada caso, con su voluntad, sin ningún tipo de injerencia de otro poder ni de ninguna ONG, ni factores externos que siempre tratan de llegar. Esa es la decisión independiente, la decisión propia, la voluntad apoyada en la ley del juez", dijo.
El magistrado habló también sobre la necesidad de aplicar políticas respecto de la violencia doméstica. "Por ejemplo, ante la más mínima denuncia, el gobierno debe tener dónde alojar a la víctima, alejarla del victimario. Las mujeres hacen la denuncia, pasa el momento, y vuelven con los agresores y ahí debe estar el Estado controlando, para que no haya una víctima de consecuencias graves", señaló.
La sobrecarga de trabajo en los juzgados es uno de los problemas que tiene la Justicia tucumana: "en el fuero Civil y Comercial están dictando casi una sentencia por día hábil. En Familia dos sentencia de fondo por día hábil. Necesitamos más juzgados: apartando el fuero penal, todos los fueros restantes tienen la misma cantidad de jueces, magistrados y funcionarios desde el año 1976, donde hay mucha más gente y más litigiosidad".