En la jerga de la calle, varios dirían que la “Gorda Noelia” perdió de una manera increíble, absurda. Pero para las autoridades se trata de una prueba contundente del desarrollo del narcomenudeo en nuestra provincia. La mujer, de 39 años, el 11 de septiembre pasado había sido detenida en su casa del barrio Juan XXIII (“La Bombilla”), luego de que se le encontraran 42 kilos de marihuana y 5 de cocaína. La Justicia Federal le concedió el arresto domiciliario semanas después. No pasó un año y volvió a ser detenida por transportar drogas.
Eran las 20.30 de un miércoles tranquilo para un equipo de la División de Delitos contra la Propiedad. Cuando estaban parados haciendo tareas de prevención al llegar a la esquina de Manuel Alberti y pasaje Julio Corzo, observaron a la sospechosa colocando un bolso negro en en un balde de 20 litros y después ingresando a un automóvil Susuki Fun con vidrios polarizados. Cuando le dieron la voz de alto, ella y acompañante se pusieron nerviosos, por lo que los agentes decidieron requisar el vehículo.
Cuando revisaron el tacho, los investigadores de la Dirección de Delitos Complejos, encontraron sustancias que a, simple vista, parecían prohibidas. Llamaron a sus pares de la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) para que continuaran con el procedimiento.
Mientras esperaban a los efectivos, los sospechosos les habrían ofrecido dinero a los policías. En las actuaciones quedó documentado que le dijeron que le darían $ 50.000 a cada uno si es que los dejaban en libertad. Al mismo tiempo que rechazaron el ofrecimiento, los allegados y vecinos de los detenidos comenzaron a increpar a los policías. Por tal motivo, decidieron marcharse a la dependencia policial de Junín al 800.
Hasta ese lugar se movilizaron los hombres de la Digedrop, quienes abrieron el bolso. Allí, según el parte policial, encontraron en total 550 gramos de marihuana (fraccionados en bagullos y en un solo pedazo), 364 gramos de cocaína (distribuidos en 114 ravioles y 262 gramos de pasta base) y 15 blisters de dipirona, sustancia para estirar la droga.
Luego los investigadores advirtieron que las personas que trasladaban la droga eran las mismas que habían detenido hace casi un año en ese mismo lugar. Allí estaban la “Gorda Noelia” y su pareja de 22 años, varios años menor que ella. El 11 de septiembre del año pasado, los mismos hombres, al mando del comisario Jorge Nacusse, habían ingresado a su domicilio de “La Bombilla” y realizaron uno de los secuestros más importantes de ese año. Allí encontraron casi 50 kilos de diferentes drogas, dinero en efectivo, armas y un cuaderno con anotaciones. Y además hubo un detalle llamativo: como adorno, sobre la heladera ubicada en la cocina, los acusados tenían tres plantas de marihuana.
Una organización
Desde la Justicia Federal ahora creen que la sospechosa, desde que salió de la cárcel, no abandonó el negocio. Estiman que fue sorprendida cuando se dirigía a distribuir drogas a algunos de los puestos de venta que manejaba.
Esa hipótesis cobra fuerza con los datos aportados por voceros de una fuerza nacional. Afirman que la “Gorda Noelia” seguía al frente de una organización que tenía al menos unos 15 quioscos en la capital y el Gran San Miguel de Tucumán. A estos pesquisas les faltaba confirmar un dato: dónde tenía oculta el grueso de la sustancia que comercializaba. Al ser detenida de manera casual, la investigación vuelve a foja cero.
La mujer es conocida en el ambiente. Dicen que es de armas llevar. Dueña de un carácter fuerte y dominante, supo ganarse espacios en un lugar tan difícil como “La Bombilla”. Los que la conocen dicen que llegó hasta ese lugar por su inteligencia. La misma que le sirvió para elegir al abogado que le permitió conseguir que la Justicia le otorgara el arresto domiciliario.
Los policías aseguran que, pese a tener un importante respaldo económico, no es amante de darse grandes lujos. Su estilo siempre fue el de mantener el perfil bajo para no levantar sospechas entre los investigadores.
Preocupación
La detención de la “Gorda Noelia” encendió una luz de alarma en las fuerzas que luchan contra el narcotráfico. En los últimos 15 días, cuando hubo un importante incremento en la cantidad de allanamientos, se detuvo a por lo menos siete personas sospechadas de dirigir grupos dedicados a la venta de drogas. Todos cuentan con antecedentes por haber cometido este tipo de delitos.
Además, es llamativo que los arrestados no se encontraban tras las rejas por haber recibido algún tipo de beneficio legal por parte de la Justicia Federal.
“Fátima”, “Gorda Rubia” y “Gorda Noelia” tienen residencia en Villa 9 de Julio, Villa Mariano Moreno y “La Bombilla”, respectivamente. Es muy probable que nunca se hayan conocido, pero las une el hecho de que las tres se encontraban cumpliendo un arresto domiciliario cuando fueron detenidas.
El sábado, en San Cayetano, Drogas Peligrosas de la Policía Federal, desarticuló una banda de narcomenudeo. Tres de las detenidas fueron mujeres que tienen hijos y son el único sostén de sus familias, por lo que también se les aplicó el arresto domiciliario.
Algo similar ocurrió con “Gallina” y “El Panadero”. Los “transas” del barrio San Roque y Las Talitas, según confiaron fuentes policiales y judiciales, se encontraban en libertad condicional cuando fueron detenidos nuevamente. Los acusados comparten un triste récord: en menos de 10 años fueron detenidos cuatro veces, acusados de vender sustancias.