No son motivo de orgullo precisamente. Más bien son sinónimo de atraso, de falta de respeto por los demás y por uno mismo. Son capaces de eternizarse por la indiferencia de quienes los alimentan y de aquellos que deben erradicarlos. Son el reflejo de una parte de la idiosincrasia de una comunidad. Los basurales adornan la mayoría de nuestras ciudades provinciales, y Yerba Buena es una de ellas.
Con cierta frecuencia, los vecinos del loteo El Bernel padecen los malos olores que salen de este depósito de residuos, así como de las quemazones. En la madrugada del jueves, soportaron las consecuencias de un incendio en el vaciadero que se halla frente a su barrio. El basural se ubica en San José, a unas 20 cuadras hacia adentro y hacia el norte de la avenida Perón. Para llegar, hay que recorrer la calle Fanzolato, hasta el final. A ambos lados de esa senda, los barrios cerrados se suceden el uno al otro.
Una vez que se desata el humo, es imposible detenerlo. Entra a las casas por las puertas, las ventanas, las hendijas. Irrita los ojos, causa trastornos en las vías respiratorias. Los pobladores se quejan porque el actual intendente prometió cerrarlo, cuando aún era edil dijo que había que cerrarlo. El basural es empleado desde hace años por la Municipalidad como depósito de residuos verdes.
El secretario de Servicios Públicos y Ambiente dijo que ninguna otra ciudad genera la cantidad de basura verde (restos de poda) que Yerba Buena. Señaló que se necesita una planta de compostaje y que desde hace unos meses, se ha colocado una guardia en el acceso, que controla que ingresen únicamente camiones municipales, con pasto y ramas. Quizás en un intento de ver el costado positivo de esta penosa realidad, el director de Servicios Públicos afirmó que la situación en el vaciadero “ha mejorado muchísimo”, y que, debido a los controles municipales, es el primer incendio registrado desde que han asumido.
El 26 de julio pasado, en nuestra Sección Cartas, el lector Facundo Guevara señaló que el intendente no había cumplido con su promesa de erradicar el basural. “Gracias a numerosas denuncias (que este diario nos ayudó a visibilizar) logramos imponerlo en la agenda y con la que se llenaron la boca haciendo campaña y politiquería todos los candidatos de las últimas elecciones. Hoy, puedo afirmar que camiones (sin compuertas y contrario a la normativa vigente) que circulan a toda velocidad con basura que se desparrama a su paso por una zona residencial, en donde los niños andan con sus bicicletas y la gente transita regularmente, es mayor y ha crecido exponencialmente. Sabemos que existe un proyecto de ordenanza en el Concejo Deliberante sobre la erradicación total y definitiva del basural que alimenta la Municipalidad con desechos verdes. Hoy la avenida Fanzolato está llena de basura y la situación se empeora. ¿Hasta cuándo vamos a esperar?”, escribió.
La ley 7.883 prohíbe en toda la provincia el depósito de residuos en lugares que no se encuentren habilitados. En febrero pasado, el defensor del Pueblo le pidió al intendente de Yerba Buena que indicara si el depósito contaba con un estudio de impacto ambiental y que si así fuera, le remitiera las copias de ese apto.
No se trata, por cierto, de un vaciadero clandestino, sino municipal, lo cual agrava más la situación. Si este se hallara frente de la casa del intendente y de sus funcionarios, posiblemente hace ya tiempo se lo hubiera cerrado. Tal vez cuando se esté quemando el basural, los vecinos podrían invitar a sus representantes a vivir la emocionante experiencia, quizás así tomaran conciencia del daño a la salud y sin dilaciones, procedieran a erradicarlo.