Durante el mes de agosto, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), procedió a analizar el avance de la zafra 2016, ya que es de suma utilidad para trazar un panorama de lo que se espera hasta el final de la campaña, sobre todo por la forma en que la zafra comenzó y los pormenores que debió afrontar el sector, a raíz de los problemas climáticos, económicos y financieros, señalaron Jorge Scandaliaris y Carmina Fandos, técnicos de la Eeaoc, al evaluar el desarrollo de la campaña azucarera.

Para la estimación del avance de cosecha se realizaron tareas de campo y, además, se dispusieron de imágenes de los satélites Landsat 8 OLI e IRS-P6 Resourcesat 2, correspondientes a los días 15 y 21 de agosto.

Por medio del procesamiento de las imágenes satelitales se identificó y cuantificó la superficie cañera que ya fue cosechada, lo que permitió constatar, hasta el 21 de agosto, un avance general de cosecha del 39% de los lotes de la zona cañera de Tucumán.

Calculamos que al día de hoy, con un avance de molienda diario de unas 100.000 toneladas, se estima que podríamos estar por arriba del 50% de caña molida del total calculado para esta zafra

El análisis departamental del avance de cosecha permitió apreciar que la mayor concentración de superficie cañera cosechada se localiza en los departamentos Leales, Cruz Alta y Simoca.

Si se analiza en términos porcentuales, se constata que los mayores avances se situaron en Graneros, La Cocha y Leales.

Con respecto a la disposición espacial de los lotes cosechados, se advirtió un avance pronunciado en distintas áreas de las zonas este y sudeste del área cañera, como así también en las zonas de influencia de los ingenios azucareros.

Desde el punto de vista agronómico, los resultados alcanzados en los lotes ya cosechados indican que existe una producción real ligeramente inferior a las estimaciones previas al inicio de la zafra.

En cuanto a los valores de calidad, la circunstancia de que no se hayan registrado heladas intensas durante la época invernal, han posibilitado una evolución positiva de la acumulación de la sacarosa que asegura un buen nivel de rendimiento fabril.

Es importante aclarar que esta semana se dieron algunas heladas en diferentes zonas cañeras de la provincia, pero no se produjeron daños en las plantaciones ya que se registró el fenómeno meteorológico a nivel del suelo.

Con respecto a la “caña bis”, caña que quedó en pie en la zafra pasada, los incrementos de producción registrados con respecto al nivel productivo del año pasado han sido interesantes y la calidad de la materia prima, en general, no ha disminuido significativamente, salvo algunos lotes caídos o que tenían algún problema de plagas.

Lo que se viene

Tal como viene ocurriendo en los últimos años, este año no se ha plantado en la proporción debida, lo que genera cierta incertidumbre con respecto a las producciones de los años venideros.

La difícil situación económica y financiera de los productores e industriales han determinado que no todos hayan podido armar un programa de plantación adecuado a las necesidades, por lo que esto traerá aparejado un envejecimiento de los cañaverales que, como todos saben, tiene un correlato directo con la capacidad productiva del cañaveral.

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, “se recomienda dar un trato esmerado a los cañaverales con el fin de mantener el mejor nivel productivo posible”. Esto implica “el control apropiado de malezas para evitar la competencia y un nivel adecuado de fertilizantes para propiciar el mejor estado nutricional de las plantas”.

Entre lo avanzado del año y el retraso de la cosecha ocasionado por el inicio tardío y algunas lluvias en los meses de mayo y junio, “es posible que algunos lotes no puedan llegar a cosecharse”. La ausencia de heladas permite dejar estos lotes para que se cosechen el año que viene, con la ventaja de que no deberán ser cultivados y tendrán una producción superior a la de la presente campaña.

Es muy difícil precisar cuándo finalizará la cosecha, dado que los meses de la primavera presentan posibilidades de lluvias muy variadas según los años, y la posibilidad de seguir avanzando eficientemente con la cosecha está fuertemente ligada a las condiciones de piso que tengan los cañaverales.