HEMPSTEAD, EEUU.- La demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump se criticaron en temas económicos y diplomáticos, interrumpiéndose reiteradamente en el primer debate de la campaña presidencial 2016 en Estados Unidos.
La candidata del Partido Demócrata a la Casa Blanca y el del Partido Republicano se sacaron mutuamente con rapidez los trapos sucios sobre el escenario de la universidad neoyorquina de Hofstra. “Donald, es bueno estar aquí con usted”, manifestó con cierto tono de ironía Clinton, situada a la izquierda de Trump. Ella fue la que rompió el hielo. “Quiero que esté contenta; es importante para mí”, le contestó el republicano poco después.
Después de saludarse con un apretón de manos y una sonrisa, los dos rivales se lanzaron al ataque. Clinton dijo que las propuestas tributarias del empresario de Nueva York eran políticas económicas “de goteo inventado” y Trump sostuvo que la ex secretaria de Estado es “sólo palabras y nada de acción”.
Ambos se acusaron de distorsionar la verdad y de mentir e instaron a los espectadores a visitar sus sitios en internet para revisar los hechos.
“Tengo la sensación de que me van a culpar de todo”, dijo Clinton, la primera mujer que consigue la nominación presidencial de uno de los grandes partidos políticos de Estados Unidos.
“¿Por qué no?”, respondió Trump, un magnate inmobiliario y ex figura de televisión que nunca ha ejercido un cargo de elección pública.
Trump habló del escándalo de los e-mails que tanto daño está haciendo a Clinton en la campaña. “Cometí un error usando un email privado”, admitió Clinton: “asumo la responsabilidad por ello”. “No fue un error, lo hizo a propósito”, le espetó Trump.
Clinton criticó a Trump por no divulgar sus declaraciones de impuestos y dijo que esa decisión plantea preguntas sobre si es tan rico y caritativo como afirma serlo. Ella destacó que las pocas declaraciones que ha presentado muestran que, a pesar de su riqueza, no ha pagado el impuesto federal a las ganancias.
El republicano se comprometió a publicar sus declaraciones de impuestos -tradicionalmente lo hacen los candidatos presidenciales, pero él no lo ha hecho- si Clinton publica 33.000 emails que no se han hecho públicos.
“Eso me hace inteligente”, dijo Trump sobre su fortuna.
“Tengo enormes ingresos”, refirió en un punto, agregando que es hora de que el país sea dirigido por alguien que sepa algo sobre el dinero.
La ex secretaria de Estado criticó a Trump por no pagar a algunas de las personas contratadas por su compañía. Ella dijo que se reunió con muchas personas que habían sido engañadas por su rival.
Trump dijo que los incidentes en los que no hubo un pago ocurrieron cuando los trabajos fueron insatisfactorios. El magnate inmobiliario criticó a Clinton por sus políticas comerciales y dijo que ella aprobaría un controvertido acuerdo comercial con países asiáticos a pesar de que se ha opuesto al pacto como candidata.
“Tu estabas totalmente a favor de él, luego escuchaste lo que yo estaba diciendo, sobre lo malo que es, y dijiste, ‘bueno, no puedo ganar ese debate’, pero sabes que si llegas a ganar, lo aprobarías”, declaró Trump.
Clinton rechazó las críticas. “Bueno, Donald, yo sé que tu vives en tu propia realidad, pero esos no son los hechos”, sostuvo.
Clinton, de 68 años, vistió un traje rojo de dos piezas, y Trump, de 70, lució un traje oscuro con corbata azul para participar en un debate que podría cambiar el curso de la reñida campaña para las elecciones del 8 de noviembre.
El moderador Lester Holt tuvo problemas para controlar a ambos candidatos. La discusión sobre política comercial pasó rápidamente a la lucha contra el Estado Islámico, cuando Trump acusó a Clinton de entregar información al enemigo al revelar en su sitio en internet cómo planea derrotar al grupo.
Otras dos “batallas”
El primer cara a cara entre la ex secretaria de Estado y el magnate está considerado como el momento más importante de una campaña que está siendo dura. Habrá dos más: el 9 y el 19 de octubre. A falta de poco más de 40 días para las elecciones del 8 de noviembre, el electorado está polarizado, y las encuestas, más igualadas de lo que se preveía.
La ventaja media de más de 6 puntos porcentuales que Clinton llegó a sacar a Trump tras las convenciones en las que ambos fueron nominados por sus partidos, en julio, se ha reducido hasta el entorno de los dos puntos porcentuales (2,3 según los cálculos de RealClearPolitics).
Clinton acudió al debate presidencial como favorita, debido a su experiencia después de haber sido primera dama, senadora y secretaria de Estado. Trump, siempre imprevisible y polémico desde que hace año y medio se lanzó a la arena política, afrontaba el desafío de demostrar estar capacitado para dirigir a la primera potencia mundial.
Los analistas no se ponían de acuerdo sobre quién se había impuesto en el primer debate, pero daban cierta ventaja a Clinton por la mayor claridad de sus respuestas y de sus propuestas, algo que no pudo demostrar Trump. (Reuters)